Política

Nuevo desafío del Gobierno: cómo gestionar una coalición que ha pasado a ser tripartita

La fractura en el bloque de Unidas Podemos en el Gobierno se ha ido evidenciando en algunas de las divergencias internas en los últimos meses.

Las ministras de Unidas Podemos, Irene Montero, Ione Belarra y Yolanda Díaz.
Las ministras de Unidas Podemos, Irene Montero, Ione Belarra y Yolanda Díaz.
Efe/HA

El PSOE seguirá con atención todo lo que suceda este domingo en el polideportivo Magariños, donde Yolanda Díaz anunciará su candidatura a las generales. Nadie duda a estas alturas de que los socialistas respaldan el proyecto de la vicepresidenta segunda, que vislumbran como el aliado electoral más fiable para que den los votos y reeditar la coalición. Sin embargo, esta estrategia les ha distanciado de las dos ministras de Podemos en el Ejecutivo, Ione Belarra e Irene Montero, que a su vez, durante el tormentoso proceso de integración en el pretendido "frente amplio", se han alejado de la líder gallega y de los otros miembros del Consejo de Ministros pertenecientes a la coalición: Alberto Garzón (IU) y Joan Subirats (comunes).

La situación amenaza con desembocar, de facto, en un Gobierno tripartito, en el que Díaz ya no ejerza la función de representación de los partidos que integran Unidas Podemos, como así lo determinó Pablo Iglesias antes de abandonar la política en 2021. Esta circunstancia se ha ido evidenciando en algunas de las divergencias internas que han sacudido al Ejecutivo en el último año, como el debate por el envío de material militar a Ucrania durante las primeras fases de la invasión rusa.

En aquella ocasión, Díaz, Garzón y Subirats se alinearon con el PSOE, mientras que Belarra y Montero mantuvieron firme su rechazo. O la polémica por la reforma socialista de la ley del 'solo sí es sí', en la que todo el espacio de Unidas Podemos organizó una reunión, 24 horas antes de la votación, para debatir sobre el sentido de su voto. La vicepresidenta, a fin de evitar un conflicto mayor, optó por aceptar la decisión colegiada que se tomó en la misma.

En el caso de la derogación de la 'ley mordaza', cuyo trámite fracasó en la comisión de Interior por falta de acuerdo el 14 de marzo, tanto IU como los comunes señalaron a Bildu y a ERC como culpables, por su voto en contra, del fracaso de la iniciativa. Podemos, en cambio, puso el foco en el PSOE. "Todo el mundo sabe que Podemos ya habría llegado a un acuerdo con Bildu y Esquerra para derogar la ley mordaza", zanjó este domingo Belarra durante su discurso en el consejo ciudadano de su partido.

La quiebra entre Díaz y Podemos puede condicionar la acción gubernamental, sobre todo con leyes clave aún pendientes de aprobar como la de vivienda. Mientras tanto y desde el PSOE, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, instó a Podemos y a Díaz a mirar "más allá" de sus diferencias para "poner en valor una España progresista". Preguntado el viernes por las divisiones, Pedro Sánchez, que se encontraba en Pekín de viaje oficial, se limitó a responder: "Yo gobierno una coalición".

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