Díaz y Podemos asumen que llegarán este domingo divididos al bautismo de Sumar

Los morados consumarán su amenaza de no estar en la foto del lanzamiento de la candidatura de la líder gallega si no hay un giro de guion de última hora.

Yolanda Díaz.
Yolanda Díaz.
Efe

A 24 horas de que Yolanda Díaz anuncie su candidatura para liderar una coalición de izquierdas para las próximas generales, en Podemos y Sumar ya asumen que ni las ministras Ione Belarra e Irene Montero ni ningún representante de la dirección central de su partido estará en la foto de la reunificación de la izquierda en el acto que se celebra este domingo en el polideportivo Magariños, en Madrid. Los morados cumplirán su amenaza, si no hay un giro de guion, tras ver rechazada su petición de un compromiso de mínimos para organizar primarias abiertas. La negativa de la vicepresidenta segunda a comprometerse a ello, como aseguran fuentes cercanas a la negociación a este periódico, ha cortado cualquier conato de acercamiento durante la semana.

Aunque ninguna de las dos partes ha renunciado al acuerdo, la línea telefónica que comunica la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, con el jefe de Gabinete de Díaz, Josep Vendrell, se abrió por última vez el miércoles. El equipo de la vicepresidenta trasladó a la representante de los morados una última contraoferta en la que cambiaban el término "primarias abiertas", elegido por los de Belarra, por "primarias democráticas".

La modificación no convenció a Podemos, que interpreta la propuesta como "una elección cerrada" que acabará por dirimir las listas electorales "en los despachos", en vez de mediante un censo abierto a toda la ciudadanía que quiera participar. Algo que les evoca al fracaso de la coalición formada por ellos mismos, Izquierda Unida y Más País, que se estrelló en Andalucía después de que el partido de Alberto Garzón impusiera a su candidata, Inma Nieto, como cabeza de lista en las autonómicas de junio de 2022.

El único acuerdo alcanzado de la propuesta inicial de Podemos es el del compromiso a reeditar el actual Gobierno de coalición si dan los números tras las próximas generales. El objetivo era evitar futuros debates como el que ya dividió al espacio en 2019, durante el verano que separó las elecciones del 28 de abril y del 10 de noviembre, en el que un sector apostaba por facilitar la investidura de Sánchez pero apoyando al Ejecutivo socialista desde fuera de la Moncloa.

Desde entonces, ambas partes permanecen incomunicadas en sus cuarteles de invierno preparando las dos citas clave de este fin de semana: los de Belarra el Consejo Ciudadano de Podemos de hoy y los de Díaz el fin del proceso de escucha de Sumar.

Un evento, este último, al que ya han confirmado su asistencia gran parte del espectro nacional y territorial del espacio político situado a la izquierda del PSOE. Es el caso de IU o Más País, que acudirán con Alberto Garzón e Íñigo Errejón al frente de "una gran delegación". También estarán otras formaciones contra las que Podemos competirá en las autonómicas y municipales del 28-M, como Compromís, la Chunta Aragonesista o Més per Mallorca.

Una prueba de lealtad

A Podemos se le ha sumado en los últimos días un nuevo problema, la lealtad de sus parlamentarios y cuadros medios respecto a la directriz de Belarra. Algunos de sus líderes territoriales ya han confirmado que estarán presentes en la cita. Como Begoña Alfaro, coordinadora de Podemos Navarra, y Borja San Ramón, secretario general en Galicia. Otros diputados como Gloria Elizo o Txema Guijarro también han mostrado su apoyo público a a líder gallega.

Uno de los más críticos con la dirección y de más alto rango es el vicepresidente del Gobierno balear, Juan Pedro Yllanes, que ha pedido "no poner condiciones" a Díaz. El dirigente morado no estará en el Magariños por problemas de agenda pero este viernes aseguró que, de no ser por eso, "sin duda" acompañaría a la vicepresidenta segunda.

En el PSOE estarán atentos a todo lo que suceda el Domingo de Ramos. Nadie duda a estas alturas que los socialistas respaldan el proyecto de Díaz, al que vislumbran como un aliado electoral para reeditar la coalición. La estrategia se destapó en la primera jornada de la moción de censura, donde Moncloa pactó con la líder gallega su intervención en la misma, que se interpretó por todos los actores políticos como su primer acto como candidata. Preguntado por la cuestión este viernes en Pekín, Pedro Sánchez se limitó a responder que él preside "una coalición", mientras que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, apeló a las partes a alcanzar "la unidad de la izquierda".

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