Miles de personas se manifiestan en Bilbao en apoyo a los presos de ETA pese al fin de la dispersión
Joseba Azkarraga calcula que el 64% de los reclusos "estarían en semilibertad con una legislación ordinaria".
Miles de personas se sumaron este sábado a la marcha convocada por Sare en favor de los presos de ETA pese al fin de la dispersión, una política que ha tocado a su fin y apenas queda una decena de reclusos fuera de las cárceles vascas y navarras. Sare y Etxerat celebraron "el fin de la política de alejamiento" de los presos de ETA pero denunciaran los "bloqueos y retrocesos en el acceso a los terceros grados". Durante cuarenta minutos una enorme lona de 30 metros con el lema 'Etxera' fue pasando de mano en mano entre los concentrados desde La Casilla hasta la Plaza de Zabalburu, desde donde partió la manifestación anual que desembocó en el Ayuntamiento de Bilbao. En las primeras filas se pudo ver al portavoz de Sare, Joseba Azkarraga, al líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, al de Sortu, Arkaitz Rodríguez, así como a numerosos cargos públicos de la coalición como Oskar Matute.
"Esto es la expresión de la voluntad de una parte importante de la sociedad vasca, que reclama el fin de la vulneración de derechos a los presos vascos. Salimos de una larga etapa complicada que hemos ganado después de 34 años. Por fin, las políticas de alejamiento han tocado su fin pero nos queda un largo camino para traerlos a casa", valoró Joseba Azkarraga. "Será posible cuando los jueces y los fiscales dejen de retorcer las leyes y se ajusten al momento que estamos viviendo", añadió. Según calculó, "el 64% de los presos vascos, 110, estarían en tercer grado".
Tanto en el acto previo celebrado por la mañana en el Palacio Euskalduna como en la manifestación de la tarde, Sare estuvo arropada por EH Bildu, los sindicatos ELA y LAB y algunos políticos catalanes. La expresidenta del Parlament Carme Forcadell, el exdiputado Joan Tardá y miembros de Junts per Catalunya tomaron parte en la marcha. Sin embargo, las adhesiones han disminuido tras finalizar la dispersión y otras fuerzas sindicales, como CC OO, se desmarcaron de la convocatoria este año.
Azkarraga ya había recordado en un acto celebrado por la mañana que "hace un año decíamos que 2022 iba a ser el año del fin de la política de alejamiento y hoy podemos decir que esa etapa está cerrada", algo que agradeció a "la mayoría política y social que apostó por poner fin a las políticas penitenciarias de excepción".
"Pese a todo, la política de excepcionalidad continúa. Hay leyes que posibilitan cumplir cuarenta años de prisión, que no se compute el tiempo en las cárceles francesas o que la Audiencia Nacional tome competencias de los juzgados son ejemplos claros", señaló. Asimismo, calculó que "el 64% presos, 110, podrían estar en semilibertad o libertad con una legislación ordinaria". Por último, Azkarraga reivindicó que "no haya un sólo relato y que gire sobre los derechos humanos".
El parlamentario Julen Arzuaga, de EH Bildu, señaló que "hay poderosos lobbies dispuestos a hacer todo lo que esté en su mano para que los presos de motivación política accedan a uno de sus derechos más básicos que es la libertad". Por esa situación, la formación abertzale cree que "es necesario crear nuevas sinergias en el ámbito político, social e institucional", agregó.
Por su parte, Irune Berasaluze, parlamentaria del PNV, explicó por la mañana que ningún representante de la formación jeltzale acudiría a la manifestación, como ya sucedió el año pasado, "pero pedimos la derogación de la legislación excepcional que se aplica a los presos de ETA y valoramos positivamente los acercamientos a cárceles vascas y navarras que favorecen su reinserción". "Desde que el Gobierno vasco asumió la competencia, no hay más que ver cuántos terceros grados se han aprobado aunque también hay que decir que hay regresiones por los recursos de la Fiscalía", añadió.
