Vox bloquea los presupuestos de Ayuso antes de que lleguen al pleno

Sin presupuestos aprobados, se pone en duda la celebración de los plenos de las cuentas públicas de los días 21 y 22 de diciembre.

Abascal ofrece a Ayuso un acuerdo político a cambio de votar sus presupuestos
Abascal ofrece a Ayuso un acuerdo político a cambio de votar sus presupuestos
FERNANDO ALVARADO

El grupo parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid ha votado en contra del dictamen de los presupuestos de Isabel Díaz Ayuso para 2023, el paso previo y necesario para poder debatir y aprobar las cuentas públicas y que pone en duda la celebración de los plenos de las cuentas públicas de los días 21 y 22 de diciembre.

Vox se planta así en el 'no' a los presupuestos de Isabel Díaz Ayuso, que hasta finales de noviembre no corrían peligro porque había acuerdo entre el PP y el partido de Rocío Monasterio, pero la relación se ha tensado en las últimas semanas tras no ser admitidas las enmiendas de Vox al presentarlas fuera de plazo.

Horas antes del rechazo definitivo de Vox al dictamen necesario para aprobar las cuentas, el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, ha ofrecido en una entrevista con EFE un acuerdo político a Ayuso a cambio de aprobar sus presupuestos, que la presidenta ha rechazado.

En concreto, Abascal propuso a Ayuso pactar algunas leyes que considera "inadecuadas" como la ley trans autonómica, pero la presidenta madrileña se ha negado a intercambiar "derechos y obligaciones" por aprobar las cuentas públicas.

Con este rechazo, es previsible que no se celebren los plenos de presupuestos de los días 21 y 22 de diciembre, aunque esta decisión compete a la Mesa de la Asamblea -con mayoría del PP- aún pendiente de convocar una reunión extraordinaria.

Tras la votación en comisión, el diputado del PP Álvaro Ballarín ha dicho que su partido no entiende cómo estando de acuerdo con Vox en el 99,8 por ciento de un presupuesto de 25.700 millones de euros, "por apenas un 0,2 por ciento" los madrileños se queden sin las cuentas y no puedan "sentir" las mejoras.

El portavoz del grupo, Pedro Muñoz Abrines, ha culpado a Vox de que no se aprueben las cuentas, le ha acusado de unirse a la izquierda madrileña, y se ha referido a la relación de socios prioritarios con Vox en pasado.

Por su parte, la formación de Rocío Monasterio ha señalado que han tumbado este dictamen de presupuestos porque Ayuso ha cerrado "la puerta" a negociar con Vox, y ha indicado que desde el 30 de noviembre no ha recibido "ni una llamada ni un mensaje del Gobierno", lo que entiende como "falta de voluntad política" por parte del Ejecutivo de Ayuso para que saliesen las cuentas.

Con todo, ha dejado "la puerta abierta" a la negociación "en un futuro" si el PP retira las cuentas y empiezan de cero para incluir las enmiendas de Vox, al tiempo que ha subrayado que siempre han sido "unos socios leales" pero que Ayuso no puede pretender que firmen un "contrato de adhesión sin que se respete" a sus votantes.

El supuesto fallo informático que derivó en el 'no' de Vox

La vorágine del apoyo a los presupuestos tiene su origen el pasado 2 de diciembre, fecha límite para presentar las enmiendas parciales, cuando Vox registró con seis minutos de retraso sus propuestas, según alegaron, por "un fallo informático", que fue desmentido por un informe elaborado por la Dirección de Informática, Tecnología y Transparencia de la Asamblea de Madrid.

El grupo liderado por Rocío Monasterio ha tensado la relación con el PP "hasta los últimos minutos", según sus propias palabras, desde el pasado 1 de diciembre cuando presentaron 25 iniciativas principales para otorgar su voto favorable, entre ellas, la derogación de la Ley Trans autonómica.

El PP, bajo la batuta del consejero de Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, en las negociaciones, rechazaron estas peticiones, lo que fue calificado por Monasterio como "humillantes" para los votantes de Vox.

Otra "humillación" fue que la Mesa de la Asamblea, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, rechazara incorporar las enmiendas fuera de plazo y derivó en el anuncio de su 'no' a las cuentas regionales; una orden avanzada desde la dirección nacional del partido.

Fuentes del Partido Popular han mirado de soslayo estas amenazas de Vox y no han visto problema en prorrogar las actuales cuentas regionales -las únicas aprobadas (en 2022) en cuatro años de Ayuso en la Presidencia- aunque reconocen que sí querían sacar adelante los presupuestos. 

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