Todas las víctimas de Melilla murieron atrapadas en la cancela española

Las imágenes aéreas y terrestres de la Guardia Civil ratifican que la avalancha del 24 de junio fue en territorio nacional.

Las socios del Gobierno y el PP le acusan de mentir porque a su juicio sí hubo muertes en territorio español
Grabación de la avalancha mortal en la valla de Melilla 

"Todo pasó allí, pero allí no pasó nadie… o casi nadie", afirman mandos operativos de la Guardia Civil. La tragedia de la valla de Melilla no ocurrió, en realidad, en la valla. Fue en una cancela y la "casi totalidad" de los inmigrantes que trataron de atravesar la verja acabaron en un "embudo mortal", sostienen los agentes que aquel 24 de junio estuvieron allí. Los vídeos aéreos y fotografías de la Guardia Civil a los que ha tenido acceso este periódico en las últimas horas confirman su versión. Solo se ven cuerpos inertes en la cancela bajo control español. No se aprecian más posibles cadáveres en ningún otro lugar de la valla.

Las grabaciones del instituto armado constatan que la avalancha mortal se inició a las puertas de la última verja del paso fronterizo y que esta acabó con decenas de personas tendidas inmóviles en el patio dentro de las infraestructuras del puesto fronterizo de Barrio Chino. Una zona esta última -bajo soberanía española y bajo control exclusivo de la Guardia Civil- que fue la que el lunes visitaron sin cortapisas los diputados españoles desplazados al lugar, pero que aquel viernes estuvo inundada de fuerzas del país vecino para repatriar cadáveres y heridos a territorio marroquí.

Las socios del Gobierno y el PP le acusan de mentir porque a su juicio sí hubo muertes en territorio español

Ese aciago 24 de junio -explican a este periódico responsables de la Guardia Civil en Melilla- lograron llegar a territorio español 133 inmigrantes subsaharianos, la inmensa mayoría de Sudán del sur y del norte. Pero ninguno, a día de hoy, ha admitido haber entrado en Melilla a través de la ‘cancela de la muerte’. De acuerdos con las investigaciones de la comandancia, todos los subsaharianos que lograron ‘ganar’ tierra española lo hicieron trepando los más de seis metros del vallado doble, el procedimiento tradicional.

Así, la inmensa mayoría de los ‘sin papeles’ que llegaron a España consiguieron consumar su peligrosa aventura escalando al techado del puesto fronterizo de Barrio Chino y saltando el perímetro. Un vallado todavía coronado -según revelan las imágenes visionadas por este periódico- por las concertinas que el ministro Fernando Grande-Marlaska se comprometió a quitar de inmediato tras su llegada a Interior en el verano de 2018.

Responsables del instituto armado explican, mientras visionan las imágenes del perímetro fronterizo de aquel día, que "la inmensa mayoría" de los casi 2.000 subsaharianos que ese 24 de junio pretendieron asaltar "violentamente" la frontera optó por la vía aparentemente más fácil, directa y segura: la de esperar a que sus compañeros rompieran las cerraduras de la valla con radiales y mazas en una maniobra "perfectamente organizada" y así poder entrar a pie.

Las grabaciones del dron y las cámaras apuntan a que la operación para violentar la cancela comenzó a las 8.29 con mazas de hierro. Un inmigrante encapuchado dirige los trabajos de asalto mientras un grupo de subsaharianos contiene a la muchedumbre para dejar operar al compañero de viaje que pretende reventar la verja. A las 8:32 horas entra en acción una radial. En el vídeo se aprecian las chispas.

A las 8.35 varios inmigrantes deciden no esperar a la ruptura de la cancela y se lanzan a trepar la valla del puesto de Barrio Chino. Y es que la situación en ese momento comienza a complicarse para los asaltantes. Nubes de gases (no se aprecia si lanzadas desde Marruecos o España) envuelven ya la zona.

El lanzamiento de botes se intensifica en los siguientes minutos. A las 8.43, finalmente, los asaltantes revientan la cancela. Las imágenes muestran cómo una multitud rompe el cordón de seguridad establecido por los propios inmigrantes para dejar maniobrar a los encargados de hacer saltar la cerradura. En cuestión de segundos, decenas de personas se precipitan en un gigantesca montonera humana en el patio de Barrio Chino, ya en territorio español. En la grabación solo se ve escapar de ese enorme cuello de botella a algún inmigrante. Apenas unos pocos logran saltar por encima del montón para llegar a una segunda cancela, también cerrada. Al toparse con el nuevo obstáculo, sobre las 8.45 varios subsaharianos se encaraman al tejado del puesto fronterizo para auparse sobre la valla.

Diez agentes, 2.000 asaltantes

A esas horas ya no hay ningún agente de la Guardia Civil en las infraestructuras del paso fronterizo. Fuentes de la seguridad del Estado afirman que los funcionarios recibieron la orden de replegarse, ya que solo había diez agentes frente a dos millares de asaltantes. No hay más grabaciones oficiales de lo que ocurre en la cancela donde decenas de inmigrantes, según las imágenes de ONG reveladas en los últimos meses, agonizaban ante la indiferencia de los agentes marroquíes, que habían penetrado en el patio del paso de Barrio Chino de soberanía española.

A las 8.50 las imágenes de los medios aéreos de la Guardia Civil se centran en la actuación de los agentes españoles. Los guardias civiles, con medios antidisturbios como gas y pelotas, están realizando un "embolsamiento" de los subsaharianos que acaban de descender del vallado. Se aprecia cómo a partir de las 9.00 los funcionarios españoles trasladan a la fuerza a inmigrantes a la frontera para su ‘devolución en caliente’.

Poco antes de las 9.30 efectivos marroquíes -según se aprecia nítidamente en las imágenes de la Guardia Civil- despejan el tejado del puesto fronterizo de Melilla, en territorio español, como la totalidad de las edificaciones del paso de Barrio Chino.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión