Turismo rural
Pueblos embrujados y pasajes de terror para pasar un fin de semana "de miedo"
El medio rural también invita a sus viajeros a celebrar un Halloween de miedo y "misterio" para los visitantes más curiosos.
Halloween es una fiesta que proviene de la cultura celta y que, además de su universalidad, revive también este fin de semana en el mundo rural, ya que estos días se pueden encontrar pueblos enteros embrujados o pasajes del terror al aire libre para poder celebrar la noche de las ánimas de una manera distinta y como un atractivo turístico más.
Esta fiesta está más conectada con el rural y el campo de lo que se puede imaginar, pues hunde sus raíces en una celebración pagana de origen celta conocida como "shamhain", que marcaba el fin de la temporada de cosecha y el inicio del invierno.
En esencia, al menos en España, se ha perdido ese sentido y está más conectado a la reinterpretación americana que ha colonizado supermercados, restaurantes, fiestas y, por supuesto, las escapadas de turismo rural de este fin de semana.
Para los seguidores de esta fiesta del terror se puede seguir una ruta por los pueblos más terroríficos de España.
La ruta rural del terror
En la Comunidad de Madrid y a escasos 50 minutos del centro de la capital española se encuentra el pueblo de Villar del Olmo, conocido por su pasaje del terror al aire libre, el más grande de la comunidad.
Todo comienza la noche del 29 de octubre, cuando el pueblo se queda en penumbra para generar un halo de misterio, intriga y miedo en el visitante.
Para llevar a cabo la interpretación y organización del pasaje, 150 vecinos se convierten en voluntarios y muchos de ellos participan caracterizados en los decorados de las calles, que sin duda, aseguran un paseo de dos horas a prueba de infarto.
Un pasaje famoso en las localidades cercanas y a la que acuden muchos de sus vecinos; en su celebración prepandemia la visitaron cerca de 2.400 personas y se espera que para este año acudan unas 2.500, según fuentes del ayuntamiento de la localidad.
A dos horas y media de la capital, en Soria, se puede seguir esta ruta con el Festival de las Ánimas, que comenzó el 22 de octubre hasta el 1 de noviembre.
Una cita que propaga la cultura, además de fomentar el turismo rural, pues si se quiere seguir su programa al pie de la letra hay que llegar hasta tres pueblos distintos de la provincia como Tajueco o Castilfrío de la Sierra y Carrascosa de la Sierra.
Unas localidades en las que el festival ha puesto distintos eventos para los días 1, 3 y 4 de noviembre, con especial mención al paseo nocturno por la capital soriana en la tenebrosa Noche de las Ánimas.
Más al norte, los amantes del terror pueden seguir su ruta de sangre y miedo en la Fantasmada de Caspe (Zaragoza), en la que sí, efectivamente y como su propio nombre indica, el pueblo se llena de fantasmas aterrorizando a cada viandante que se atreva a vagar por sus calles.
De norte al sur, esta ruta llega hasta la Alpujarra granadina, en concreto a Soportújar, también conocido como el pueblo de las brujas de Granada.
En este curioso y tenebroso pueblo se puede disfrutar de casas estrambóticas como la de Baba Yaga con cimientos de patas de gallina o fuentes con esculturas de brujas que habitaban el lugar en tiempos inmemoriales -según la leyenda- y un entorno embrujado único.
Así, el medio rural también invita a sus viajeros a celebrar un Halloween de miedo y "misterio" para los visitantes más curiosos.
