Sánchez corrige el tono frente a Feijóo en su nuevo encontronazo sobre la economía

El jefe del Ejecutivo acusa aun así de indefinición al líder de la oposición, que tras exige retirar las Cuentas de 2023.

Sánchez corrige el tono frente a Feijóo en su nuevo encontronazo sobre la economía
Sánchez corrige el tono frente a Feijóo en su nuevo encontronazo sobre la economía
Fernando Alvarado

Alberto Núñez Feijóo llegó a su segundo gran cara a cara en el Senado con Pedro Sánchez en apenas un mes con un regalo de la Autoridad Independiente de la Responsabilidad Fiscal en la cartera. La presidenta del organismo independiente, Cristina Herrero, había comparecido esa misma mañana en el Congreso para poner en solfa las bases sobre las que han sido diseñados los Presupuestos Generales del Estado de 2023 y el líder de la oposición aprovechó ese material para asestar un golpe directo al presidente del Gobierno. "¿Será insolvencia o mala fe? -ironizó recurriendo al lema acuñado por el jefe del Ejecutivo en su contra-. Retire los Presupuestos, rehágalos y volvamos a hablar". Sánchez no movió una ceja. Pero el ataque fue la constatación de algo que, desde ambos partidos se venía señalando en los últimos días: que la negociación sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial no implica acercamiento alguno en otros asuntos. Especialmente, en materia económica.

El de este martes fue un debate distinto al que protagonizaron los dos líderes el pasado 6 de septiembre en el tono, pero no tanto en el fondo. Sánchez tenía claro su objetivo: dirigirse una vez más a los ciudadanos desde un foro en el que sus intervenciones no tienen límite de tiempo para explicar de manera sosegada sus medidas y confrontar su modelo con el del PP. Hace un mes hizo eso mismo pero aderezado con ataques directos a Feijóo, tan directos y tan duros que algunos en sus propias filas cuestionaron días después la eficacia de la estrategia. En esta ocasión, rehuyó los puñetazos al riñón de su oponente y, sin embargo, insistió en cuestionar su solidez como político y como gestor.

Los socialistas alegan que hacer una oposición como la que hace el PP es sencillo porque sus críticas rara vez están acompañadas de propuestas alternativas y, sacando ventaja de la obligatoriedad de Feijóo de atenerse a apenas un cuarto de hora de intervención, trató de arrinconarle con cuestiones sensibles sobre las que el dirigente popular acostumbra a pasar de puntillas para no poner puertas al campo electoral: su posición sobre la subida del salario mínimo, sobre la actualización de las pensiones conforme al IPC, sobre el Ingreso Mínimo Vital o la 'excepción ibérica'. "Usted no se define. Esta es la estrategia que tiene. No nos deja clara su postura, utiliza bulos, como Casado en el pasado, y carece de propuestas", recriminó.

De un plumazo, el presidente desdeñó además las cuentas públicas con el argumento de que en tiempos de incertidumbre como el actual resulta difícil hacer estimaciones exactas y recordó las veces que el Gobierno de Mariano Rajoy falló en sus cálculos sobre el déficit del Estado o el crecimiento del PIB. Y se apoyó en la gestión de la pandemia del covid, ya superada en el imaginario colectivo, para defender que también frente a la inflación y las consecuencias de la guerra en Ucrania el Gobierno tiene un plan "que funciona".

Oxígeno en Europa

En su haber, el Ejecutivo cuenta ahora con el respaldo de la presidenta de la Comisión Europea a la idea de limitar el precio del gas o a un impuesto a las grandes energéticas que los conservadores miraban con recelo. Pero también con datos como la ligera bajada de la inflación en el último mes o el ahorro que, subrayan, han supuesto a empresas y ciudadanos las rebajas de impuestos a la energía.

Los populares, sin embargo, no hacen ni la más mínima concesión al optimismo. Sostienen que sus políticas solo edulcoran una realidad cada día más gris, especialmente, para las clases medias. "Han errado en todas las previsiones -le reprochó Feijóo al presidente-. No lo digo yo, lo dicen todos los organismos", como la Airef, el Banco de España, el FMI o Fedea, entre otros. Todos ellos, recalcó, vaticinan un crecimiento mucho menor que el Gobierno para 2023.

El líder del PP se mostró preocupado por la situación en la que quedará el país cuando el PSOE salga del Gobierno. Feijóo dijo que es "moralmente inaceptable" cargar sobre las generaciones futuras la mayor deuda pública que ha tenido nunca España y urgió a Sánchez a "copiar" a Portugal que carece de impuesto de Patrimonio y que tiene tasas más bajas que las españolas. "Aterrice, nada indica que la situación vaya a mejorar a medio plazo. Déjese de mantras infantiles pensados para las próximas elecciones", le espetó.

Aunque, a diferencia del mes pasado, el presidente de la Cámara territorial, Ande Gil, abrió algo la mano y concedió a Feijóo contó casi con diez minutos más entre sus dos intervenciones, el líder de la oposición se quejó de su desventaja. Pero aun así, respondió al reto de Sánchez sobre su falta de definición con una estocada. "Lo primero que haría -dijo- sería reducir un 30% el Gobierno y un 50% los altos cargos".

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