La Asociación DMD: la eutanasia exige "una reflexión muy profunda" de los sanitarios

cuando alguien solicita una necesidad "tan perentoria para poner fin a una pésima calidad de vida", el médico "tiene que dar la cara" y reclama que en las facultades de Medicina se forme a los futuros profesionales para que "salgan con buenas habilidades" para informar a los pacientes y a las familias, señalan desde la asociación.

'Reflexiones sobre la eutanasia'
'Reflexiones sobre la eutanasia'
Pixabay

La Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia (LORE), de cuya entrada en vigor se cumple este 25 de junio un año, es un "hecho histórico y un avance importante" que el presidente de Derecho a Morir Dignamente Aragón (DMD), José Luis Trasobares, cree que quizá en el futuro haya que defender "con uñas y dientes", pero que exige aún "una reflexión muy profunda" de los sanitarios, que "no son dioses".

Aprobada por el Parlamento español en marzo de 2021, esta norma regula la ayuda médica para el derecho a morir y su incorporación a la cartera de servicios sanitarios, a cuyos profesionales reclama Trasobares, en una entrevista a EFE, que "reflexionen" sobre "cuál es el código de sus deberes y cuál debe ser su relación con los pacientes".

Asegura que cuando alguien solicita una necesidad "tan perentoria para poner fin a una pésima calidad de vida", el médico "tiene que dar la cara" y reclama que en las facultades de Medicina se forme a los futuros profesionales para que "salgan con buenas habilidades" para informar a los pacientes y a las familias, atender sus necesidades y ver que la medicina "tiene una maravillosa capacidad para asegurar la supervivencia de las personas, pero que hay todavía casos en los que no puede garantizar esa supervivencia en condiciones que a la persona afectada le parezcan razonables".

Los profesionales sanitarios "no son dioses y tienen que tener un punto de conexión, empatía y reflexión con sus pacientes y eso es una responsabilidad suya, cargada de lógica y de humanidad", enfatiza.

Desde la entrada en vigor de la ley, que reconoce un derecho "absolutamente individual" y voluntario, se está produciendo una paulatina "formación e información" para que los sanitarios conozcan los procedimientos, "pese a lo que muchos plantean la objeción de conciencia", apunta Trasobares.

Algunos no cuestionan la eutanasia por cuestiones éticas o morales, "sino porque tienen mucha presión, les parece algo turbio y rechazan esa responsabilidad".

Otro aspecto que inquieta a DMD es que el procedimiento para su aplicación es "farragoso" dado que plantea "muchos requisitos" y exige conocimientos y habilidades para su tramitación por parte del paciente que están resultando en algunos casos "complicados" para quien está en esa situación, personas mayores en muchos casos que no tienen habilidades informáticas y que necesitan que alguien les asesore.

Desde la asociación ayudan a estas personas si lo solicitan, para lo que deben hacerse socias, y también se están presentando recursos para algunos de los casos que se han denegado en Aragón.

DMD Aragón ha intervenido "en la mitad" de los casos solicitados, 18, y "en dos o tres" de los que han resultado favorables, que han sido 4.

Además la Comisión de Garantías y Evaluación del Derecho a la Prestación de Ayuda para Morir, integrada por médicos, enfermeros y juristas y que se encarga de verificar que los pacientes que la han solicitado cumplen los requisitos clínicos y jurídicos, ha denegado 8 casos y en otros 5 las personas que pidieron esta ayuda médica fallecieron durante la tramitación del expediente, que suele demorarse unos 38 días.

Trasobares cuestiona que el procedimiento requiera, además de los dos informes médicos -del responsable del tratamiento y del consultor experto en la enfermedad-, pasar por la citada Comisión, cuyos miembros en algunos casos "se han presentado a ver al enfermo y no deberían hacerlo a priori".

A su juicio, la Comisión tendría que supervisar si los dos informes son correctos y "dar el OK" porque es para garantizar y controlar que se han cumplido los requisitos previos, pero no ve bien que se ponga en contacto con el paciente y se haga "otro examen más".

Lamenta así que los protocolos son "muy complejos y garantistas" y no ve claros los motivos por los que se han denegado algunos de los casos en Aragón, toda vez que argumenta que si algunos pacientes han fallecido durante el proceso es porque estaban muy mal y "no necesitaban ir a una eutanasia sino a una sedación terminal".

Desde DMD, con representación en toda España, resaltan que la aplicación de la ley depende mucho de las comunidades y que quizás en un futuro haya que defenderla "con uñas y dientes" por los cambios que puedan producirse en los gobiernos.

Por ahora, en Cataluña "la cosa va más fluida, donde gobierna PP y Vox la cosa va más parada y en Aragón va relativamente bien, pero hay muchas resistencias", y en muchos casos no por motivos éticos, insiste.

La asociación reclama un observatorio nacional o incluso autonómicos para evaluar cómo se está aplicando la ley, pero al no existir está recabando "información para poder hacer un seguimiento" a corto plazo. En todas las comunidades, según Trasobares, coincide la percepción de que el procedimiento está siendo "demasiado exigente" y que lo que ya de por sí era "muy garantista" se está "estirando más".

Y a ello se suma la corriente que defiende los cuidados paliativos -de los que DMD también es firme partidaria- como sustitutivos de la eutanasia cuando son dos cosas diferentes y "no contradictorias".

La asociación en Aragón está en contacto directo con del Departamento de Sanidad, del que destaca la "buena disposición de la cúpula", aunque en la aplicación específica de cada caso el sistema "chirríe" en ocasiones y "se atasque", como ocurrió -recuerda-en el caso de Emilia, una vecina del barrio de Las Fuentes de Zaragoza de 83 años que se suicidó en noviembre, con la ley ya vigente, y cuya solicitud no llegó a tramitarse. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión