López Madrid y Villarejo, a un paso del juicio por agredir a Elisa Pinto

El Juzgado madrileño lleva más de ocho años instruyendo este caso, por el que la dermatóloga pide más de 20 años de cárcel.

Villarejo, a su llegada al juzgado
Villarejo, a su llegada al juzgado
Efe

La Audiencia Provincial de Madrid ha dejado al excomisario José Villarejo y al empresario Javier López Madrid a las puertas de ser juzgados por amenazar y hostigar a la doctora Elisa Pinto para lograr que retirara una denuncia por acoso.

La Audiencia de Madrid ha dictado un auto, al que ha tenido acceso Efe, en el que rechaza el recurso de apelación de López Madrid contra el auto de procesamiento del Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, que lleva más de ocho años instruyendo el denominado caso Pinto, en el que la dermatóloga pide hasta 22 años de prisión para el empresario y el excomisario.

Además, los magistrados amplían la lista de delitos contra López Madrid y Villarejo a quienes acusa, ambos, de los delitos de amenazas, coacciones y lesiones con instrumento peligroso, cuando previamente solo se imputaba al primero acoso y amenazas y al segundo lesiones.

Probablemente este sea el segundo juicio que encaren López Madrid y Villarejo por el caso Pinto, una vez que la Audiencia Nacional ya rechazó el último intento del empresario para evitar sentarse en el banquillo por un delito de cohecho por el hostigamiento a la doctora con la que el exconsejero de OHL mantenía un conflicto privado.

Precisamente, los magistrados no solo respaldan el criterio de la instructora sino que destacan que los hechos investigados en esta causa "han resultado reforzados" tras analizar el material incautado a Villarejo en los procedimientos contra él en la Audiencia Madrid.

Se refieren a anotaciones y grabaciones que le implicaban en el caso Pinto como aquel audio en el que comenta que la que está montando es por miedo a que le metan en prisión por lo de la Pinto; otro en el que apostilla "que era además abogado de la mujer, de la médico esa, que yo apuñalé", y una conversación en la que Villarejo reconoce que reclamará a su cliente el pago por compensación de la actuación en el conflicto entre Pinto y López Madrid.

Todo esos indicios, continúan los magistrados, "conducen indiciariamente a la alta probabilidad de la connivencia entre López Madrid y Villarejo, para hostigar a Pinto mediante amenazas, coacciones, y finalmente la causación de lesiones".

Eso sí, la Audiencia reprocha a las partes que la causa se haya eternizado durante ocho años desde su origen en 2014 "Este procedimiento es, muy lamentablemente como muchos otros, la máxima expresión del uso abusivo del derecho por las partes de un proceso para fines espurios y ajenos al proceso, de ambas partes quienes rebasando la defensa de sus intereses, han desplegado todo un escenario circunstancial que ha ralentizado el procedimiento penal hasta límites cuasi fraudulentos", señala.

En su escrito de acusación en el que pide 22 años de prisión, la dermatóloga subraya el hostigamiento, amenazas y seguimientos hacia ella y sus hijos a los que, indica, la sometieron López Madrid y Villarejo. Unos hechos por los que la Asociación Clara Campoamor, que ejerce la acusación popular, pide 17 años de prisión para ambos.

La dermatóloga relata dos agresiones, una en enero de 2014, cuando un individuo entró en su coche y le causó "un corte con objeto punzante mientras decía 'estás indefensa"; y otra en abril cuando, al bajarse de su vehículo, "el agresor dijo 'López Madrid quiere que cierres la boca" y "le asestó un tajo en el abdomen por encima de la ropa".

Pinto, que identificó a Villarejo como este segundo agresor, también pone de relieve las dificultades que ha tenido para que se investiguen sus denuncias, y señala que un comisario llegó a ser apartado del caso después de que intercediera el ex número dos de la Policía Eugenio Pino.

También acusa a López Madrid de haber tenido "un trato de favor" por parte de varios excomisarios, uno de ellos Enrique García Castaño, también imputado en el caso Tándem, gracias a Villarejo, que, señala la dermatóloga, le animó a poner una "contradenuncia" contra ella para intentar archivar la suya.

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