Los carburantes españoles, entre los que menos impuestos pagan en la UE

El impuesto de hidrocarburos para la gasolina está muy por debajo de otros grandes países europeos como Francia (682,9 euros), Alemania (entre 654,5 y 669,8 euros en función del sulfuro) o Italia (728,4 euros) y, sobre todo, de Holanda (800,33 euros).

Varias mangueras de carburante, en una gasolinera.
Varias mangueras de carburante, en una gasolinera.
Europa Press

Los impuestos que gravan los carburantes de automoción en España -impuesto especial de hidrocarburos e IVA- suponían, antes de la reciente escalada de precios, alrededor de la mitad del importe total que abonan los consumidores, a pesar de que se sitúan entre los más bajos de la Unión Europea (UE).

Los carburantes de automoción están sujetos al impuesto especial de hidrocarburos, que se abona en función del volumen -es decir, se trata de un importe fijo por litro que no se ve afectado por el precio de venta- y que depende del tipo de combustible que se trate.

Así, según la Comisión Europea, la tributación en España para la gasolina sin plomo de menos de 98 octanos es de 472,69 euros por cada 1.000 litros (400,69 euros de tipo general y 72 euros de tipo especial), mientras que para el diésel es de 379 euros por cada 1.000 litros (307 euros de tipo general y 72 euros de tipo estatal especial).

El impuesto de hidrocarburos para la gasolina se sitúa así por encima del mínimo exigido por la Unión Europea (359 euros por cada 1.000 litros) y de países como Bulgaria (363,02 euros) o Rumanía (373,27 euros).

Sin embargo, está muy por debajo de otros grandes países europeos como Francia (682,9 euros), Alemania (entre 654,5 y 669,8 euros en función del sulfuro) o Italia (728,4 euros) y, sobre todo, de Holanda (800,33 euros).

También el impuesto del diésel se sitúa entre los más bajos de la UE, aunque por encima del mínimo (330 euros por cada 1.000 litros) y de países como Bulgaria (330,3 euros), Polonia (336,8 euros) o Rumanía (342,1 euros).

El impuesto del diésel es muy superior en Francia (594 euros), Alemania (entre 470,4 y 485,7 euros en función del sulfuro) o Italia (617,4 euros).

A estas cantidades hay que sumar el IVA general del 21 %, cuya base imponible incluye el precio antes de impuestos, y que sí varía en función del precio del carburante.

De acuerdo con el informe de recaudación tributaria de 2020, el impuesto de hidrocarburos recaudó ese año 10.326 millones de euros -en 2019, el último ejercicio antes de la pandemia, fueron 12.264 millones-, poco más del 5 % de los ingresos totales, a lo que hay que sumar los ingresos procedentes del IVA, que no se desglosa.

Buena parte de estos ingresos -la mitad del IVA y el 58 % del impuesto de hidrocarburos- se destinan a las comunidades autónomas, como establece el sistema de financiación autonómico.

Los profesionales del transporte tienen derecho a la devolución parcial del impuesto de hidrocarburos, siempre que se trate de vehículos con un peso máximo autorizado de al menos 7,5 toneladas, determinados vehículos de transporte de pasajeros o taxis con licencia municipal y taxímetro.

Cada tres meses, estos profesionales pueden solicitar la devolución de 49 euros de impuestos por cada 1.000 litros de combustible consumido, hasta un máximo de 50.000 litros por vehículo al año salvo en el caso de los taxis, que es de 5.000 litros.

El Gobierno planteó este lunes al Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) una bonificación del precio de gasóleo profesional, dotado con 500 millones, junto con una modificación del periodo de devolución, que pasaría de trimestral a mensual.

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