Castellón

Desarticulada en Vistabella del Maestrazgo una secta acusada de abusos a menores

La operación se ha saldado con la detención del líder del grupo y de otras ocho personas que residían en una masía de la localidad castellonense, cercana al límite con la provincia de Teruel.

Vistabella del Maestrazgo (Castellón)
Vistabella del Maestrazgo (Castellón)
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La Policía Nacional ha desmantelado una secta destructiva en la localidad castellonense de Vistabella del Maestrazgo (cercana al límite de la provincia de Teruel) tras detener a nueve presuntos integrantes del grupo, entre los que se encuentra el cabecilla, en la masía donde vivían con cámaras de vigilancia y otras medidas de seguridad, según confirmaron fuentes policiales. Algunos de los individuos arrestados están acusados de abusar sexualmente de miembros de la secta, tanto menores como personas adultas, según la denuncia que posibilitó las primeras investigaciones.

Los agentes de la Policía Nacional de Castellón detuvieron el pasado martes a nueve personas, cuatro hombres y cinco mujeres, entre las que se encuentra el líder del grupo, de 64 años, quien se autodenominaba un "enviado de Dios" y es autor de dos libros de autoayuda. La operación policial tuvo lugar en la masía de la Chaparra en el municipio de Vistabella del Maestrazgo tras denunciar una persona las supuestas prácticas sexuales a menores y adultos captados por la secta. En la operación participaron agentes de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional de Castellón con el apoyo de agentes de grupos especializados en asaltos a casas de delincuentes.

La masía se encuentra al borde de la carretera CV-170 a unos ocho kilómetros del pueblo más cercano, Vistabella del Maestrazgo, y el recinto está rodeado por una valla metálica. Las personas que se encontraban este jueves dentro de la finca rural bajaron las persianas de varias ventanas cuando vieron llegar a los primeros periodistas. También entró un vehículo con dos personas y salió otro coche sin que ninguno de los ocupantes quisiera hacer declaraciones. Los individuos investigados y detenidos por la Policía residen en la masía, pero algunos de ellos trabajan en las poblaciones cercanas, como un joven de la brigada municipal del Ayuntamiento de Vistabella o el empleado de una empresa azulejera de Almassora.

Desde hace más de 20 años, varias familias residen en la finca y llegaron a vivir hasta una treintena de personas entre las que se encontraban varias parejas con hijos menores de edad. En los últimos meses, dos miembros del grupo investigado, una mujer y un joven, acudían de vez en cuando a Vistabella para comprar el pan y otros alimentos.

Según los vecinos del pueblo, algunos niños viven en la masía desde pocos días después de nacer y estaban escolarizados en Vistabella cuando se afincaron las primeras familias. En la actualidad no hay ningún menor entre los alumnos de la escuela del pueblo.

Gran revuelo en el pueblo

Vistabella del Maestrazgo tiene censados unos 350 habitantes, pero solo residen 150 vecinos en las casas del pueblo durante el invierno. La operación de la Policía Nacional y los supuestos abusos sexuales a menores en la masía han causado un gran revuelo en esta pequeña localidad castellonense. Los miembros de la supuesta secta acudían muy pocas veces a las seis tiendas que hay en el pueblo (dos carnicerías, dos ultramarinos y dos panaderías), por lo que todo parece indicar que realizaban las compras de alimentos en otro lugar.

Sin embargo, algunas veces sí que compraban algunos productos de primera necesidad y también acudían a la modista para encargarle algunos arreglos de ropa, según explicó una vecina cuyo nombre pidió que omitiéramos. "La verdad es que parece gente poco sociable, pero nunca pensamos que podría ser una secta porque conocemos a algunos y están integrados en el pueblo", asegura la lugareña.

La finca ha tenido varios dueños en los últimos años hasta que fue adquirida por el cabecilla del grupo desarticulado. La masía de la Chaparra tiene un terreno vallado de grandes dimensiones y cuenta con cámaras de vigilancia y una puerta con timbre y sistema electrónico de apertura. El paraje está rodeado de pinos y hay otras dos masías cerca, aunque se encuentran deshabitadas. Cuando algunos lugareños se acercaban a la valla para buscar setas, uno de los integrantes del grupo que realizaba funciones de vigilancia les advertía de que era una propiedad privada. El dueño de la parcela había solicitado permiso para el aprovechamiento de madera y leña.

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