Carta de los padres de la niña atropellada en un colegio de Madrid: "Mariquilla está gozando más que nunca en el cielo"

Agradecen las muestras de cariño recibidas y tienen palabras de consuelo para la madre que causó el accidente de manera involuntaria.

Puertas del colegio Montealto, donde ocurrió el accidente mortal
Puertas del colegio Montealto, donde ocurrió el accidente mortal
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La semana pasada, un trágico accidente a las puertas del colegio Montealto de Madrid terminó con la vida de la pequeña María, de 5 años. Un atropello involuntario por un error en la conducción de una madre que recogía a sus hijos del centro educativo provocó la muerte de la niña, que estaba junto a otras dos que resultaron heridas graves. 

Tras la conmoción inicial, se han sucedido los mensajes de apoyo a las personas afectadas y los propios padres de María, que tienen otros cinco hijos, han remitido una carta a las familias del centro para agradecer las muestras de afecto recibidas. "No nos vemos capaces de leer tantos mensajes de cariño porque estaríamos todo el día llorando y no nos lo podemos permitir ya que tenemos otros cinco pequeños de los que hacernos cargo", escriben, y cuentan cómo están pasando estos difíciles días sin la pequeña: "Para poder dormir compartimos a Dumbo, el elefante de peluche de nuestra bebé pero con la certeza de que Mariquilla está gozando más que nunca en el cielo porque era una disfrutona de la vida".

Además, tienen palabras de consuelo para la madre que causó el accidente, con la que, según recoge el diario El Mundo, la madre de la pequeña fallecida se fundió en un abrazo al llegar al lugar de los hechos el día del accidente. "A ella de le ha tocado, a nuestro parecer, el peor trago del accidente", aseguran en la misiva.

Carta íntegra:

Estamos abrumados por tantísimas muestras de cariño pero como por el momento estamos metidos en nuestra cueva intentando curarnos unos a otros no sabemos ni la centésima parte de lo que estáis rezando. No nos vemos capaces de leer tantos mensajes de cariño porque estaríamos todo el día llorando y no nos lo podemos permitir ya que tenemos otros cinco pequeños de los que hacernos cargo, además de que vuestros mensajes son cada cual más cariñosos y repletos de amor y Fe. Os aseguramos que vuestras oraciones nos sostienen.

Sé que lo estáis haciendo, pero os ruego muchas oraciones por las otras dos familias y por María, la madre que le ha tocado, a nuestro parecer, el peor trago del accidente y una vez más le repetimos que se abandone en el Señor para darse cuenta que no tiene culpa alguna y que aunque sea incomprensible Nuestro Dios lo ha permitido para sacar bienes mayores. En el tanatorio nos han contado varios testimonios de personas que estaban lejos de la Fe y que gracias a nuestra pequeña María han ido a rezar el Rosario a las iglesias y han salido muy reconfortados, les invitamos a que no lo dejen y continúen buscando al Señor para que le lleguen a conocer, amarle y dejarse amar por el. El amor humano es finito pero el AMOR de Dios es infinito por lo que les invitamos a beber de la fuente del amor que nos puede dar una verdadera vida en plenitud y más adelante la vida eterna.

Tenemos que agradecer también el despliegue del Samur, policía y bomberos del ayuntamiento de Madrid que nos atendieron con tanto cariño y profesionalidad, de verdad que me hace estar muy orgulloso de mi patria, de nuestra España querida. Que decir de nuestros colegios de Fomento: Montealto y El Prado y muchos otros que han demostrado con obras los valores cristianos que fomentan. Por supuesto a nuestra Madre la Iglesia que en nuestra diócesis de Madrid y muchas otras no han cesado en sus oraciones y muestras de apoyo.

Damos gracias a Dios por todos nuestros amigos y nuestra gran familia. Qué importante es cuidar de los amigos y de la familia y también nos permitimos pediros oraciones por ella que parece que algunos quieren hacerla desaparecer.

Mirar; María y yo para poder dormir compartimos a Dumbo el elefante de peluche de nuestra bebé pero con la certeza de que Mariquilla está gozando más que nunca en el cielo porque era una disfrutona de la vida y yo creo que ella sabía que solo allí podía estar mejor con su verdadero Padre y su verdadera Madre. A nosotros nos queda el consuelo de pensar que hemos dado todo para que nuestra Mariquilla haya estado muy bien cuidada y achuchada. Y damos gracias a Dios por estos cinco maravillosos años que nos ha regalado con ella.

Os queremos.

María y Àlex

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