La Policía analiza en la casa del fundador de Tuenti las cámaras de seguridad y otras pruebas para aclarar el robo 

En su primera declaración, el empresario Zaryn Dentzel relató que un grupo de encapuchados asaltó su casa y le torturaron para que confesara la contraseña de sus cuentas de bitcoines y de sus ordenadores personales. Luego comprobó que no le habían robado criptomonedas. 

Zaryn Dentzel
Zaryn Dentzel
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El extraño caso del robo en la casa del fundador de la red social Tuenti sigue repleto de incógnitas. La Policía Nacional continúa con las pesquisas en torno a la denuncia de Zaryn Dentzel, que dijo haber sido asaltado en su casa para robarle, y ya revisa las cámaras de seguridad de su domicilio, analiza las pruebas recogidas y toma declaración a los testigos, han informado a EFE fuentes de la investigación.

En un primer momento, cuando la Policía fue alertada el martes de lo ocurrido, varios agentes se dirigieron a su domicilio y recabaron su testimonio, que fue algo "confuso" por el estado de nerviosismo en el que se encontraba, han señalado las fuentes consultadas.

Un día después, el empresario acudió sobre las tres de la tarde a la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid, donde formalizó la denuncia y le tomaron declaración los miembros de la Brigada Provincial de Policía Judicial, que se encargan de la investigación, han relatado fuentes policiales.

En su primera declaración a los agentes en su domicilio, el empresario relató que un grupo de encapuchados, entre 4 y 5 personas, asaltó su casa y le torturaron para que confesara la contraseña de sus cuentas de bitcoines y de sus ordenadores personales.

Ya en dependencias policiales fue cuando puso la denuncia formal del robo en su domicilio, que limitó a objetos personales, ya que comprobó que finalmente no sustrajeron sus cuentas de bitcoines. Información que ya conocían los agentes, han indicado las fuentes, ya que no habían observado movimientos en sus cuentas.

El empresario afirmó que le habían robado varias joyas, un teléfono móvil y varios ordenadores personales. Por el momento se desconoce el valor total de lo sustraído.

Ahora, los investigadores están analizando las cámaras de seguridad del domicilio, que taparon con prendas de vestir los asaltantes, y de ubicaciones cercanas para tratar de identificar al grupo de ladrones.

Las imágenes pueden dar pistas a los investigadores del número de integrantes del grupo y también cómo huyeron del inmueble del empresario.

Los últimos dos días los agentes de la Policía Científica también han estado en la casa, ubicada en la calle Ruiz de Alarcón, cerca del Museo del Prado, recogiendo las pruebas que serán claves para la investigación.

Cuando se personaron por primera vez en el lugar, la vivienda estaba bastante revuelta, según han explicado a EFE fuentes de la investigación.

De forma paralela, los investigadores están tomando declaración a los vecinos que llamaron al 091, alertados por los gritos del empresario, y al operario de mantenimiento de la empresa de calefacción que estaba en la vivienda en el momento del asalto.

Este trabajador tendrá un papel fundamental en la investigación, una vez relate su versión a los policías.

También fue el propio Denztel, de 38 años, el que llamó a los agentes cuando se deshizo de las ataduras de sus asaltantes.

Según su versión, este grupo llamó al timbre de su casa, en torno a las tres de la tarde del martes, y le maniató, le amordazó y le roció de un espray en los ojos.

Se da la circunstancia de que Denztel esperaba una visita y por eso no se cercioró de quién entraba en su domicilio, según su relato.

Los asaltantes -siempre según su relato- le estuvieron golpeando durante aproximadamente cuatro horas para obtener sus contraseñas personales. Denztel tenía una pequeña herida en el pecho, que ha presentado como prueba del asalto.

Los agentes acudieron a la casa en torno a las 19.20 y tomaron declaración al conocido empresario norteamericano.

Los investigadores trabajan con la hipótesis de que los presuntos atracadores pertenezcan a una banda de Europa del este, a tenor de la declaración del empresario, que dijo discernir este acento entre los miembros del grupo.

Zaryn Dentzel creó la red social Tuenti en 2006 y 4 años después Telefónica compró el 85 % de su capital por 70 millones de euros. Cerró en 2016, si bien el empresario mantuvo su residencia en España, donde llegó en 1998 por un intercambio de estudios.  

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