Laya declaró ante el juez que no controlaron a Gali en la Base porque actuaron de buena fe con Argelia
Explicó que la tensión entre los argelinos y marroquíes les obligó a trabajar con "discreción". La exministra admitió que "no verificaron la situación judicial" del líder saharaui antes de llegar.
La exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, reconoció el pasado lunes ante el juez Rafael Lasala, titular del Juzgado de Instrucción 7 de Zaragoza, que autorizó la entrada del líder del frente Polisario, Brahim Gali, a la Base aérea de Zaragoza porque actuaron con "buena fe" ante la petición de Argelia y eso les llevó a «no controlar» su entrada ni verificar su pasaporte.
González Laya incidió en que la entrada del líder saharaui fue "excepcional" porque llegaba de un país tercero; estaba gravemente enfermo de covid y necesitaba una protección especial; era un personaje con un perfil político; y tuvieron que actuar con "discreción" porque la relación entre Argelia y Marruecos "tiene aristas". "La mejor manera de tratarlo era la discreción, pero dentro de la legalidad", sostuvo la exministra en su declaración que duró casi una hora.
El pasaporte y la residencia
La exministra incidió en que Argelia les informó de que Brahim Gali viajaba con un pasaporte diplomático argelino y su hijo con una tarjeta de residencia en España. Pero decidieron no controlar esos documentos en el aeropuerto de Zaragoza por "cortesía" en los casos de vuelos de Estado (viajó en un avión del Gobierno argelino) y "atendiendo a que era una persona entubada, sedada y gravemente enferma".
"No se hizo ninguna verificación del pasaporte y no se realizó el control de entrar en el espacio de Schengen porque nos guiaba la buena fe y las relaciones entre dos países", recalcó Laya. "Cuando nos lo pide un tercer país entendemos que lo hace de buena fe y así respondemos".
En su declaración, en la que se negó a responder a los abogados de la acción popular, Antonio Urdiales, y de la acusación particular, Juan Carlos Navarro, enumeró tres artículos del Código de Schengen sobre las fronteras de los países que les permitía el tratamiento excepcional del líder político del Frente Polisario y que pudiera entrar en España sin pasar el control de pasaporte. Pero el juez Rafael Lasala le recordó que el exjefe de gabinete de Asuntos Exteriores, Camilo Villarino, declaró que en realidad querían "evitar" que saltara la alerta de su entrada en el espacio Schengen. La exministra fue contundente al manifestar que la decisión de no controlar el pasaporte se hizo por la "excepcionalidad" de la situación, "pero no por sustraerlo de ningún escrutinio". "Cuando un país tercero le pide a uno que acoja a una persona enferma, entendí que esa persona podía entrar en nuestro país", agregó.
Vídeo íntegro con la declaración
González Laya explicó que a ella le llamaron el 14 de abril desde Argelia para que se abriera la posibilidad de enviar al líder del Frente Polisario enfermo de covid el 18 del mismo mes y se lo comunicó a Camilo Villarino, con quien discutió sobre la logística para su llegada a la Base de Zaragoza y su traslado en ambulancia a un hospital de Logroño.
Llegó a decirle al juez que se pusiera en su situación, cuando "un país decide enviar a una persona a un lugar donde puede tener problemas y meterlo en la boca del lobo». En este sentido, la exministra reconoció que ignoraba que Brahim Gali tuviera abiertos procesos en la Audiencia Nacional por genocidio (declaró ante el juez Santiago Pedraz el 1 de junio por videoconferencia tras volver a Argelia). "Yo nunca verifiqué la situación judicial de este individuo. Confié en que la petición de un tercer país estaba fundada en la buena fe y así lo respondí", incidió.
También negó que conociera el uso de un documento falso de Gali en su entrada en el hospital de Logroño. "No tenía nada que ver con la parte médica. Mi papel era facilitar su llegada a nuestro país", concluyó la exministra.
