tribunales 

El hijo de Gali entró en la Base sin permiso de residencia

La Policía informa al juez que el documento se expidió cinco días después de llegar con su padre a España

Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario.
Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario.
FP/EP

El hijo de Brahim Gali, líder del Frente Polisario, llegó a la Base aérea de Zaragoza el pasado 18 de abril en el mismo avión argelino que transportaba a su padre. Y lo hizo pese a no contar con permiso de residencia en España. Así lo atestigua la Brigada de Información de la Policía en un informe sobre Luali Brahim Sid el Mustafa remitido al Juzgado de Instrucción 7 de Zaragoza. Lo singular del caso es que dicho permiso se expidió con celeridad:solo cinco días después de que Gali ingresara en el hospital de Logroño, y justo al día siguiente de que el Gobierno reconociera que el saharaui había entrado en España.

La Policía precisa que al hijo de Gali, nacido en 1980, se le expidieron dos documentos de viaje con anterioridad a su llegada a la Base de Zaragoza, uno en 2017 en Almería y otro en 2016 en Granada. El permiso que tenía Luali Brahim había caducado el 5 de abril de 2021, como refleja el documento.

Esta confirmación policial provocó que el abogado Antonio Urdiales, titular de la acción popular, dirigiera un escrito al juez del caso Gali en el que reprocha al exjefe de gabinete de Exteriores, Carlos Villarino, la exministra de Exteriores, Arancha González Laya, y la abogada del Estado que negaran haber tramitado el nuevo permiso para regularizar la situación del hijo del frente Polisario.

Asimismo, el letrado solicita al juez Lasala que intervenga el teléfono de Villarino y ordene a la Brigada de Información de la Policía Nacional de Zaragoza que aporte a la causa el expediente completo sobre el hijo de Gali.

Borrados los correos 

Por otro lado, el exjefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores, Camilo Villarino, ha respondido al juez Rafael Lasala que borró los correos relativos a la entrada en España del líder del Frente Polisario. Motivo por el cual, dice, no puede aportarlos, tal como se le requirió.

En un escrito de fecha 4 de octubre, la abogada del Estado precisa que el diplomático aragonés Carlos Villarino, mientras fue jefe de gabinete de Exteriores, «mantuvo la costumbre de ir borrando cada cierto tiempo sus correos electrónicos, por motivo de seguridad y de minimizar el daño en caso de ‘hackeo’ de los equipos». Lo que sí guardó fueron noticias de prensa sobre la posible falsedad de los documentos aportados en el hospital de Logroño.

Aun así, la abogada del Estado incide en que Villarino «no podía desvelar en su declaración las personas concretas que eran sus contactos en este asunto» porque «podía afectar a la seguridad y las relaciones internacionales». La letrada critica que la acusación pida esta documentación a un investigado.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión