La paliza que mató a Samuel no duró mucho más de un minuto, pero fue brutal

Este martes fueron detenidos dos hombres y una mujer veinteañeros. La Policía no descarta que haya más arrestados gracias a las nítidas grabaciones de las cámaras de seguridad y el testimonio de testigos.

Lugar donde cayó Samuel herido de muerte tras la paliza
Lugar donde cayó Samuel herido de muerte tras la paliza
Efe

Tres jóvenes de entre 20 y 25 años, dos hombres y una mujer, fueron este martes los primeros detenidos por su supuesta implicación en la paliza mortal a Samuel Luiz Muñiz el pasado sábado en La Coruña. Un homicidio que ha causado una importante respuesta en las calles de todo el país por la presunta motivación homófoba de los agresores. No obstante, la Policía Nacional no descarta que haya más arrestados después de tomar declaración en comisaría a 15 personas hasta este martes, entre sospechosos y testigos.

La investigación de la brigada de la Policía Judicial marcha a buen ritmo antes de que el Juzgado de Instrucción encargado del homicidio, el número uno de la ciudad, reciba a los detenidos y conozca su grado de implicación. También se esperan los atestados definitivos que aclaren el móvil del crimen y la autopsia del joven de 24 años, auxiliar de enfermería en un geriátrico.

La ventaja de las pesquisas reside en el hecho de que el asesinato fue captado, con distinta nitidez, por distintas cámaras de seguridad de la zona de bares del paseo marítimo, por móviles de particulares que están colaborando con la Policía e, incluso, por los receptores visuales de tráfico. Pero el principal hándicap ahora de los investigadores es la supervisión de horas de grabaciones para conocer al detalle la responsabilidad de cada uno de los agresores.

Las primeras detenciones de este martes, eso sí, ponen en marcha el reloj y en un plazo máximo de 72 horas (viernes por la mañana) deben pasar estas personas a disposición judicial.

"La rabia lleva a hacer conjeturas y conclusiones precipitadas. Lo que queremos es cerrar bien la investigación, se lo debemos principalmente a la familia de Samuel, pero también a la sociedad y a los amigos", sostuvo el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones. Y en cuanto a la posible motivación homófoba, se limitó a aclarar que lo importante es que la investigación se cierre bien".

La reconstrucción de los hechos a partir de los testimonios de los testigos y de las imágenes permite establecer algunas conclusiones provisionales. Los agresores actuaron en manada. Siete contra uno. Y con la víctima en el suelo, le propinaron patadas y puñetazos por todo el cuerpo mientras le gritaban "maricón de mierda", según los testigos.

Dos momentos de la agresión

La paliza no duró mucho más que un minuto, pero fue tan brutal que Samuel quedó herido de muerte. Los servicios sanitaros intentaron reanimarlo en plena calle durante dos horas, pero pese a una leve recuperación del pulso nada se pudo hacer finalmente por salvar su vida.

Los siete individuos que supuestamente mataron al joven están identificados por las cámaras y por testigos. También otros seis que los acompañaban pero que no llegaron a participar en la agresión. Algunos tendrían antecedentes judiciales. De los identificados, el que más señalado aparece fue quien dio el primer golpe. Ha sido reconocido por varios declarantes tras mostrarles las grabaciones intervenidas. Sería uno de los dos hombres detenidos este martes junto a la mujer.

En concreto, se trata del que se dirigió a Samuel y a su amiga cuando se encontraban en las inmediaciones del Playa Club. Pensó que lo estaban grabando y sin mediar discusión le dio un fuerte puñetazo, para luego seguir golpeándolo hasta que un joven de origen africano se metió en medio y logró quitárselo de encima. Pero minutos después vino la segunda agresión, la mortal.

"Se supone que al darse cuenta de que él solo no podía continuar pegándole fue a buscar a sus amigos para, entre todos, continuar con la agresión", decía el lunes una de las amigas de Samuel. Es una hipótesis, pero coincide con la teoría que por el momento maneja la policía a la vista de los indicios acumulados en la investigación.

Lo que pasó después y el grado de participación en la paliza final, a unos 200 metros del primer encontronazo, quedó grabado y lo conoce un grupo de jóvenes que pasaban por la zona. Su testimonio es fundamental y al menos dos ya han hablado con los agentes sobre estos hechos.

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