El Rey, Sánchez y Aragonès cenan juntos por primera vez, después de los indultos

El presidente del Gobierno llama a la cooperación institucional mientras el dirigente catalán evita cualquier tipo de reivindicación.

Barcelona Mobile World Congress
Barcelona Mobile World Congress
Francisco Gomez

Cinco días después de que el Gobierno indultara a los nueve presos del 'procés', la inauguración del Mobile World Congress, en Barcelona, dejó este domingo una imagen inédita. La del Rey, el presidente del Gobierno y el nuevo presidente de la Generalitat sentados juntos, compartiendo mesa y mantel en la cena de gala del evento tecnológico. Junto a ellos, la alcaldesa de Barcelona y dos de los miembros de la organización. Hace una semana y media, Aragonès dio plantón al Rey en la cena de las jornadas del Círculo de Economía. La normalidad institucional entre la Casa Real y la Generalitat está muy lejos de ser una realidad. El dirigente republicano evitó salir fuera del recinto a recibir al jefe del Estado antes de la cena y no participó en el pasillo que las autoridades y los organizadores le hicieron a la entrada. Y en su discurso, no dio la bienvenida al monarca, sino que hizo un saludo en genérico a las "autoridades del Estado".

En cualquier caso, el presidente de la Generalitat sí tuvo un gesto de distensión, además de que habló con el jefe del Estado en el cóctel, pues en su alocución de bienvenida a los participantes del Mobile evitó las reivindicaciones soberanistas. El presidente del Gobierno llamó a la "cooperación institucional" y a la "unidad de acción" y destacó el hecho de que en un mismo evento estuvieran representadas todas las instituciones, "simbolizando una unión por el bien superior de todos". Pedro Sánchez y Pere Aragonès se vieron este domingo por primera vez tras la concesión de los indultos y dos días antes de su reunión en la Moncloa. 24 horas antes de su cita con Sánchez, Aragonès recibirá este lunes a los indultados en el Palau de la Generalitat.

El Rey también eludió las referencias de contenido político y centró su discurso en defender el papel de Barcelona y toda España para liderar la digitalización de Europa. "España está bien situada para embarcarse en este proceso", es "destino de garantía" para visitar y trabajar, según afirmó en su alocución. "Desde 2006, el Mobile se celebra en España, en la estimada Barcelona", remató.

La tregua del Mobile

Este domingo hubo tregua entre el Rey y la Generalitat. La normalidad institucional está aún lejos. Pero lo que sí es un hecho es que el peor momento en las relaciones entre ambas instituciones ya ha pasado. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, rompió relaciones con la Casa Real en la pasada legislatura y boicoteó sus visitas a Cataluña. La posición crítica del nuevo ejecutivo de Pere Aragonès se mantiene hacia la jefatura del Estado, pero con muchas menos estridencias que el Govern anterior. Este domingo hubo protestas en la calle, pero muy tímidas. El Govern tiene voluntad de abrir una nueva etapa, pero dejando claro que la normalidad no se ha restablecido y que el independentismo se la sigue teniendo jurada al Rey, por el discurso del 3 de octubre de 2017.

Felipe VI y Aragonès volverán a coincidir este lunes en el arranque del salón. Está por ver si se repiten los desplantes protagonizados por Torra hace año y medio. Aragonès, en cualquier caso, no acudirá el jueves al acto de entrega en Barcelona de los galardones que concede anualmente la Fundación Princesa de Gerona. El Govern ya ha confirmado su ausencia pues considera que es un acto para ensalzar la monarquía. Aragonès ya escenificó su rechazo al Rey hace semana y media cuando no acudió a la cena que organizó el Círculo de Economía para inaugurar oficialmente las jornadas empresariales de este año. El president sí saludó al Rey en un encuentro agendado a última hora por los organizadores para facilitar el saludo entre el monarca y el presidente catalán, junto al presidente de Corea.

El Govern, en relación al Rey, ha estrenado un nuevo libro de estilo: acudirá a los actos, esté o no Felipe VI. El criterio ahora es asistir a los eventos que el Govern considere relevantes para los catalanes. Quim Torra, siguiendo esa máxima, ya coincidió con Felipe VI en febrero de 2019 en la inauguración del Mobile. Le dio plantón en el besamanos, cenó junto a él y luego inauguraron juntos la última edición del salón tecnológico. Luego tuvieron un encontronazo. El presidente de la Generalitat acumulaba ya unos cuantos desplantes al Rey. Rompió relaciones con la Casa Real en junio de 2018 y Junts, ERC y la CUP impulsaron además la reprobación del monarca en el Parlament y proclamaron que Cataluña es "republicana" y "no reconoce ni quiere tener ningún Rey".

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