Bronca en el Congreso por el fin del estado de alarma que Sánchez prevé levantar sin alternativa

El presidente reclama "unidad", "coordinación" y "responsabilidad individual" para que la nueva fase tras el estado de alarma tenga éxito.

Pablo Casado en el Congreso
Pablo Casado en el Congreso
Efe

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ratificado este miércoles ante el pleno del Congreso su intención de poner fin el próximo 9 de mayo al estado de alarma decretado ante la pandemia de coronavirus y sin necesidad de aprobar un plan alternativo como le ha exigido la oposición.

Esa negativa ha provocado un cruce de reproches, principalmente entre Sánchez y Pablo Casado, durante el debate sobre el estado de alarma y el Plan de Recuperación y en el que el líder del PP ha acusado al jefe del Ejecutivo de actuar con chulería y de gobernar como Napoleón.

Sánchez ha asegurado que la aceleración del proceso de vacunación ha generado "un escenario completamente distinto" respecto a hace unos meses que permite suavizar las medidas vigentes desde finales del pasado mes de octubre, como el toque de queda o los confinamientos de las comunidades autónomas.

Mecanismos de cogobernanza

A unos días de enviar ese Plan de Recuperación a Bruselas, Sánchez ha expuesto ante el pleno sus ejes y ha asegurado que va a ser "un gran motor" para España y el proyecto más ambicioso de transformación económica de toda la historia del país.

En ese contexto, ha aprovechado para anunciar la ampliación en tres meses de las políticas de moratoria de alquiler y suspensión de desahucios para colectivos vulnerables.

La oposición, con Casado a la cabeza, le han recriminado que no les haya tenido en cuenta para este plan, pero las críticas han ido escalando ante la gestión de la pandemia y la previsión del Gobierno de no prorrogar el estado de alarma más allá del 9 de mayo.

Eso es lo que pretende Sánchez siempre que la situación epidemiológica lo permita, y, por eso, ha pedido seguir resistiendo un poco más.

A partir de esa fecha ha advertido de que el éxito contra la pandemia dependerá de la unidad de todos, de la eficacia de la coordinación y de la responsabilidad individual.

Ante ese escenario, Casado ha anunciado que el PP volverá a registrar una iniciativa para modificar la ley de salud pública con el fin de que sirva de amparo a la situación posterior al 9 de mayo, al tiempo que ha acusado al jefe del Gobierno de no legislar porque prefiere gobernar como Napoleón, por decreto.

Bronca en el Congreso por el fin del estado de alarma
"¿A usted no se le cae la cara de vergüenza, señor Sánchez? ¿Cómo tiene la desfachatez de venir aquí con esa arrogancia?"

"¿A usted no se le cae la cara de vergüenza, señor Sánchez? ¿Cómo tiene la desfachatez de venir aquí con esa arrogancia? ¿Usted quién se cree que es?", le ha espetado además de acusarle de "gafe" y, en medio de la precampaña para las elecciones en la Comunidad de Madrid, de engañar a los madrileños.

Pero le ha invitado a seguir atacando a la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, porque cree que, así, ella tiene la mayoría absoluta asegurada.

Sánchez no prevé apoyar la reforma legislativa que propone Casado ni ningún plan alternativo al fin del estado de alarma como le han pedido otros partidos como PNV, Ciudadanos, Más País, Compromís o BNG.

En respuesta al diputado del PdeCat, Ferran Bel, ha subrayado que la alternativa es la vacunación (está seguro de cumplir la previsión de que el 70 por ciento de los españoles estén inmunizados a finales de verano) y la cogobernanza.

Por tanto, cree que las comunidades cuentan con herramientas y garantías suficientes para afrontar el nuevo escenario.

Tras dejar clara su intención, ha respondido a Casado considerando que es un "patriota de sí mismo y con las ideas de Vox", le ha reprochado su tono "gritón, faltón, impaciente e inquieto" con el que "busca bronca" en el Congreso y creerse que está en la tribuna como en una barra de bar.

"No sé quién me he creído (que soy) pero no soy menos que usted", ha replicado al líder del PP, al que ha dicho que quizás esté inquieto porque no le dejan entrar en la campaña electoral de Madrid.

Muy crítico con Sánchez ha sido también el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha exhibido un adoquín para simbolizar la violencia que sufren sus simpatizantes y asegurar que no responderán de la misma manera para evitar el enfrentamiento civil.

Abascal se ha mostrado partidario del fin del estado de alarma pero ha acusado al Ejecutivo de ser "el Gobierno de la muerte y de la ruina".

Sánchez ha contraatacado asegurando que Vox ha alentado al Ejército para dar un golpe de Estado, pero ha felicitado a Abascal por haber logrado su mejor creación con "el potaje del señor Casado: un poquito de allí, un poquito de allá y algo de Toni Cantó, que siempre tiene que estar en todas las salsas".

Un socio del Gobierno como el PNV, por boca de su portavoz, Aitor Esteban, le ha advertido de que es una temeridad poner fin el 9 de mayo al estado de alarma, y la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas (a la que Sánchez ha avisado de que aparenta que padece el "síndrome de Estocolomo" con el PP), le ha instado igualmente a aclarar su alternativa para el día después.

Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, ha defendido los planes de Sánchez y ha augurado que los socios del Ejecutivo, tras "impedir que los reaccionarios sigan vampirizando Madrid" tras el 4 de mayo, volverán a ponerse de acuerdo para seguir gobernando pese a sus diferencias.

Prórroga de medidas sociales

El País Vasco es una de las regiones que se inclina por renovar el mecanismo excepcional que prevé la Constitución.

No obstante, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en declaraciones a Onda Cero, ha propuesto buscar una solución política a través de una "legislación puente" que sirva de escudo ante las acciones que se puedan tomar en el próximo trimestre.

La Generalitat no ha pedido explícitamente a Sánchez que prolongue la alarma, aunque su consellera de Presidencia, Meritxell Budó, ha dado a entender que si los datos epidemiológicos siguen siendo preocupantes, hará falta un mecanismo "excepcional" para mantener determinadas restricciones.

Para Budó, ha sido "prematuro" anunciar ya el fin del estado de alarma, al tiempo que ha instado a Sánchez a no supeditar su decisión a los "intereses electorales" del PSOE en las elecciones madrileñas.

Aragón, gobernada por la izquierda, ha restado importancia al fin del estado de alarma al recordar su consejera de Sanidad, Sira Repollés, que las autonomías cuentan con una ley que permite los confinamientos de unidades territoriales diferentes a los regionales. 

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