El "milagro" en el colegio cercano a la explosión en Madrid: "Gracias a la nieve no había niños en el patio"
Tres personas murieron por la explosión de gas que derrumbó varias plantas de un edificio. El alcalde de la ciudad recono que "podría haber sido una tragedia gigantesca".
Los primeros días de 2021 no dan tregua a la ciudad de Madrid ya que a la pandemia del coronavirus se ha unido la mayor nevada en décadas y, este miércoles, una explosión de un edificio del centro de la capital que ha dejado tres fallecidos pero que a pesar de todo ha sido un 'milagro'.
La catástrofe podría haber sido mucho mayor porque junto al edificio parroquial de la Iglesia de La Paloma que ha volado por los aires por una explosión de gas está el colegio La Salle La Paloma y la residencia de ancianos Los Nogales La Paloma, cuyos residentes, alumnos y trabajadores han sido evacuados.
La Virgen de la Paloma, una de las imágenes más veneradas por los madrileños, parece que ha obrado el 'milagro', aunque en realidad ha sido cosa de la borrasca Filomena y su nieve.
"Lo milagroso ha sido que gracias a la nieve no había niños en el patio", ha contado Carlos Ruiz, padre de Jimena, una alumna del colegio, donde ha estallado al menos una ventana por la explosión.
Al patio del colegio han llegado escombros, mientras que en algunos inmuebles de la zona la explosión ha provocado la caída de tabiques y la aparición de agujeros en los tejados.
El edificio que ha sufrido la explosión y que quedado prácticamente en ruinas, en el número 98 de la calle Toledo de Madrid, del céntrico barrio La Latina, alberga la residencia de varios sacerdotes, así como locales parroquiales y de Cáritas.
Al lugar han acudido autoridades políticas como el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska; el delegado de Gobierno, José Manuel Franco; la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso; el vicepresidente, Ignacio Aguado; y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida.
Este céntrico punto de la capital ha congregado además a casi un centenar de periodistas -de medios nacionales e internacionales-, junto a decenas de vecinos que se mostraban acongojados ante otra sacudida en la ciudad en veinte días del 2021.
"Esto es una nueva imagen de desolación y destrozo, si pensábamos que este año ya no podía a peor, pues sí, que ha ido a peor con una explosión", ha lamentado el vicepresidente Aguado.
Almeida ha reconocido que están siendo "tiempos fáciles" con "todo tipo de adversidades y dramas", pero ha trasladado un "mensaje de confianza por el futuro de la ciudad de Madrid" tras lo que "podría haber sido una tragedia gigantesca".
Belén es una de las vecinas que se han congregado en los alrededores de la glorieta Puerta de Toledo para ver la actuación de emergencias y las fuerzas y cuerpos de seguridad.
"Hemos oído un bombazo. No sabíamos qué pasaba y una gran vibración que no cesaba", relata.
Los alrededor de 70 ancianos de la residencia de mayores Los Nogales de la Paloma han sido trasladados a dos centros cercanos tras la explosión.
Ángela aún no ha podido ver a su madre, una de las residentes, y ha sentido en su cuerpo el impacto de la explosión: "Vivo en la propia calle Toledo, al oír semejante estruendo salí a la calle y vi una humareda gigantesca. Pensaba que la residencia había volado por los aires".
Para ella, que ninguno de los ancianos se encuentre herido ha sido un "milagro" y sólo espera que la sensación de la "angustia" que le ha provocado este suceso desaparezca pronto.
Los bares de la zona han servido de cobijo a los trabajadores de la residencia, como el café Pavón, ubicado el número 9 de la calle Embajadores, o el Bar Los Tiernos, en calle Toledo 73.
Beatriz, una vecina de la zona, ha recibido decenas de mensajes de familiares y amigos al enterarse de la explosión que preguntaban preocupados cómo se encontraba.
"Vivo cerca, en calle Embajadores, y todo el mundo me ha preguntado que si estaba bien. Las imágenes son terroríficas, otra más a la que no estábamos acostumbrados", dice con resignación.
