Varias comunidades piden medidas más severas para controlar los rebrotes
Galicia quiere reformarla ley para permitir los confinamientos, Madrid exige una estrategia común y Euskadi alerta de un "tsunami".
Después de varias semanas de incrementos constantes de casos, con cientos de rebrotes aún sin control y restricciones al turismo impuestas desde terceros países, son cada vez más las comunidades que piden al Gobierno tener más herramientos para poder controlar la pandemia. Incluso hay quien quiere que el Ejecutivo pilote una estrategia común para hacer frente al coronavirus y evitar así "una cascada de normativas" autonómicas. De lo contrario, advirtió este sábado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, "volveremos locos a los ciudadanos".
Un día después de que el Ministerio de Sanidad y las autonomías acordasen por unanimidad aplicar un paquete de medidas extraordinarias, como el cierre del ocio nocturno o la prohibición de fumar si no hay distancia de seguridad, para intentar frenar los contagios, Galicia fue más allá y reclamó cambios en la legislación que permitan realizar confinamientos, limitar el derecho de reunión o establecer cordones sanitarios. "Necesitamos un cambio normativo para afrontar con las mayores garantías jurídicas posibles la evolución de la pandemia durante los próximos meses", explicó la Xunta en un comunicado.
No es una petición nueva. Fue algo que el mandatario gallego Alberto Núñez Feijóo reclamó de forma insistente durante las videoconferencias que Pedro Sánchez mantuvo con los líderes territoriales a lo largo del Estado de alarma para no tener que recurrir continuamente a esta herramienta constitucional. Y que los cinco presidentes autonómicos del PP plantearon de nuevo al jefe del Ejecutivo durante el cónclave de San Millán de la Cogolla a finales de julio.
Emergencia sanitaria
El temor a que la segunda ola del coronavirus esté ya aquí ha hecho saltar las alarmas en el País Vasco, que volverá a estar desde mañana en emergencia sanitaria. Euskadi será la primera comunidad autónoma en regresar a una situación de excepcionalidad, lo que conferirá al lehendakari Iñigo Urkullu el mando único y abre la puerta a limitar movimientos ya imponer toques de queda. Las primeras medidas entrarán en vigor el miércoles, y supondrán un endurecimiento de las restricciones horarias e incluso se baraja la posibilidad de elevar las sanciones para aquellos que no usen mascarilla.
"Estamos ante un posible tsunami que es mas visible y vemos su magnitud con mayor prontitud", reconoció este sábado la consejera de Salud vasca, Nekane Murga, que estimó que en Euskadi hay 4.000 contagiados activos de Covid-19. Los últimos datos ofrecidos confirman 575 nuevos contagios en las últimas 24 horas, que repiten las cifras de las últimas semanas y que ya van más allá de los rebrotes localizados vinculados a zonas de ocio.
Algo similar sucede en la Comunidad de Madrid, donde las cifras siguen en ascenso y en el último día se notificaron cinco nuevos brotes, dos de ellos en residencias de ancianos. Según datos recabados por la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública (ADSP), el número de pacientes ingresados por la Covid-19 se ha triplicado en diez días. Pese a los malos datos, Díaz Ayuso defendió que la situación del virus en la región está "contenida" pese a que como "era esperable" haya más contagios y brotes, y señaló que su Ejecutivo prepara un plan ante el retorno de los madrileños tras las vacaciones.
El Gobierno de La Rioja también está dispuesto a implementar nuevas medidas y, en breve, pondrá en marcha el 'autorrastreo': cada ciudadano deberá llevar la cuenta diaria de las personas con las que ha estado. De esta forma, en el momento en que a una persona se le requiera la información, podrá precisarla con prontitud y todo el protocolo de rastreo se agilizará.
