entrevista

Mayor Oreja: "En la negociación sabes cómo empiezas pero no cómo terminas"

El exministro pronunció este viernes una conferencia sobre ‘La crisis de la verdad’ en el Patio de la Infanta, invitado por la asociación ‘Tu Voz en Zaragoza’.

Jaime Mayor Oreja, exministro de Interior del Gobierno del PP (1996-2000), ayer en el Patio de la Infanta, donde dio un conferencia sobre 'La crisis de la verdad'.
Jaime Mayor Oreja, exministro de Interior del Gobierno del PP (1996-2000), ayer en el Patio de la Infanta, donde dio un conferencia sobre 'La crisis de la verdad'.
Aranzazu Navarro

-¿Qué verdad está en crisis?

-La verdad no tiene calificativos. Huimos de la verdad como de la peste y preferimos agarrarnos a la mentira. Hablo de cinco mentiras que vivimos en este proceso en España. Hay una crisis cultural, moral, personal y de la civilización en Europa.

-Defiende que este proceso político que vivimos nació cuando Zapatero negoció con ETA...

-Lo que pasa no es casual y arrancó hace quince años, con Zapatero y ETA. Ese proceso lleva varias derivas y por eso tenían que echar a Rajoy de la Moncloa. Nos está llevando a las puertas del Gobierno del Frente Popular o populista-nacionalista.

-¿Habrá un Gobierno tras la negociación del PSOE y ERC?

-Lo doy por hecho. La lógica del proceso es inexorable y no puede dar marcha atrás. Los protagonistas son Zapatero, ETA, Sánchez y Esquerra.

-Aun así, ¿Sánchez dejó abierta la puerta con el PP (Casado la dio por cerrada el pasado el lunes)?

-Sánchez no lo ha dicho nunca. Zapatero empezó con ETA a hacer una segunda Transición, para sustituir a la derecha del PP e incorporarse a un proyecto de ruptura. ETA es un elemento fundamental para entenderlo. Nació para fracturar el país, y va al unísono con Esquerra Republicana, que ahora está en la vanguardia. Carod Rovira negoció con ETA para que no volviera a atentar en Cataluña y fue el prólogo de la legalización de la banda.

-Cuando usted fue ministro de Interior fueron a ver a los Grapo para tomar la temperatura...

-No me senté nunca con los Grapo y nunca creí en negociar con los terroristas. Otra cosa es que hubiera algún contacto indagatorio, pero los socialistas pagaron un precio político a ETA por la paz, aunque se escondió. ¿Cómo va a acabar tal como está Cataluña? En la negociación sabes cómo empiezas pero no dónde terminas.

-¿Hacia dónde va a llevar al país?

-A que haya un gobierno, en un par de semanas, que es nuevo en la democracia pero no en la historia de España, porque ya lo hubo en 1936. Puedo diagnosticar que va a nacer, pero otra cosa es dónde nos lleva, porque un Frente Popular no es una coalición de partidos, en la que ganan los moderados, ni tiene las mismas características de unos partidos en el gobierno. Tiende a separar y siempre ganan los extremos.

-¿No se ha aprendido nada de la Transición o se ha olvidado?

-Se quiere sustituir y proceder al enterramiento de la Transición. El PSOE buscó nuevos socios en una segunda Transición y no se conformaron con la primera. Aunque empezó en 2004, el PSOE cambió cuando el PP llegó a la mayoría absoluta (2000). Es impredecible lo que va a llegar a España, porque depende de ellos.

-¿Qué le pareció el nacimiento del partido de la ultraderecha?

-El Frente se agrava porque no se ha sabido diagnosticar el proceso, y los que lo hicimos nos quedamos solos. Y los partidos de la derecha tienen que definirlo urgentemente como una alternativa cultural y política.

-En España había miedo a la ultraderecha y tiene 52 diputados.

-Se ha producido una reacción porque otros partidos no han defendido con fortaleza los principios y valores. Pasa en toda Europa, en Francia, con la sociedad, Italia, con el orden, o Gran Bretaña, con el ‘brexit’, o en países de Latinoamérica, pero en España se escenifica una crisis de la nación.

-¿Y Casado no ha respondido?

-Solo lleva un año, eran los anteriores quienes deberían haberlo hecho. Si repites muchas veces que se ganó a ETA, la gente se queda con esa imagen. Es más difícil vender que se negoció y se han acomodado a la mentira. En 1998 me ofreció la paz Mitchell, un negociador de conflictos, pero cuando le pregunté qué iba a pasar con el país frente a la autodeterminación no supo contestar.

-En Zaragoza quedaron sin resolver el caso de Publio Cordón y el del Hotel Corona.

-Cordón fue una tragedia, como Ortega Lara, e intenté estar cerca de su familia. Con los fallecidos del Corona conseguí que, con una duda verosímil, se les reconociera que fueron víctimas, pero no más allá.

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