tras la sentencia del 'procés'

Cataluña escenificará este fin de semana en las calles la división provocada por el 'procés'

El independentismo, que se manifiesta este sábado en Barcelona, y el constitucionalismo, que lo hará el domingo, miden sus fuerzas.

Jornada de huelga y protestas en Cataluña
Jornada de huelga y protestas en Cataluña
Agencias

El viejo sueño del catalanismo de que Cataluña sea un 'solo pueblo' ha quedado pulverizado tras siete años de proceso secesionista en que las posiciones se han polarizado más que nunca. Esta división, que algunos consideran fractura social, se escenificará este fin de semana una vez más en las calles de Barcelona.

Los dos bloques, el independentismo y el constitucionalismo, se manifestarán el sábado y el domingo dos semanas después de la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés' justo dos años después de que los dirigentes que ahora han sido condenados culminaran el 'procés' con una declaración unilateral de independencia, que ni fue registrada en el boletín oficial del Parlament ni fue reconocida por la comunidad internacional.

En un clima de creciente división y con un posible adelanto electoral en Cataluña para primavera en el horizonte, el soberanismo vuelve a salir a la calle bajo el lema "libertad". Es su segunda gran manifestación de rechazo a la sentencia del Supremo. La primera fue el viernes pasado, aprovechando la huelga general y la llegada de las cinco marchas por la libertad que organizó la ANC hacia Barcelona. Según la Guardia Urbana, 525.000 personas se manifestaron en la capital catalana.

Fue una protesta masiva, pero por debajo incluso de la registrada en la última Diada del 11-S, en la que participaron 600.000 personas, los peores números en siete años. El independentismo exhibió músculo la semana pasada, aunque no fue capaz de paralizar el país durante tres días como se proponía. Ni mucho menos. El sábado tiene el reto de invertir la tendencia a la baja de sus últimas movilizaciones. Está por ver, porque si hay división en el independentismo institucional -la pugna entre JxCat y ERC es casi diaria-, en la calle esta ruptura es aún más patente. Hay quien apuesta por protestas más contundentes, como los CDR o los grupos violentos que protagonizaron la semana pasada duros enfrentamientos con la Policía, y quienes insisten en la grandes manifestaciones de corte familiar.

La división se hace cada vez más evidente ante la inexistencia de una estrategia unitaria. Mientras el 'procés' estaba vivo, las protestas buscaban un objetivo concreto, presionar a los políticos catalanes para que no pisaran el freno. Pero ahora, el independentismo carece de hoja de ruta y deja sin objetivos a las movilizaciones.

La ANC y Ómnium, organizadores de la movilización, lanzaron este viernes una llamada "transversal", "plural" e "inclusiva" para que en la calle Marina de Barcelona no solo se manifiesten los independentistas, sino también los no secesionistas que están en contra de la sentencia y los que consideran una injusticia las condenas.

Los comunes no han decidido aún si van a participar, aunque Quim Torra les presionó el miércoles en la Cámara catalana: "No es momento de equidistancias, o se está con los represores o con los represaliados". UGT, que en Cataluña es cantera de dirigentes independentistas, sí acudirá, pero CC.OO., no. Como en las 'diadas', se espera una nutrida presencia de miembros del Govern.

Protesta contra el 'procés'

En la otra orilla, Sociedad Civil Catalana convocó a los catalanes el domingo para protestar en el paseo de Gracia contra el 'procés' y la violencia en las calles. Los constitucionalistas buscan un nuevo hito, como supuso la gran movilización del 8 de octubre de 2017, cuando cientos de miles rechazaron la independencia en Barcelona. Nunca hasta entonces los no secesionistas habían conseguido sacar tanta gente a la calle. La demostración de fuerza tuvo su continuidad meses después, ya que Ciudadanos se convirtió, el 21-D de 2017, en la primera fuerza no catalanista que ganaba unas elecciones en Cataluña.

La nueva junta de SCC, que meses atrás tuvo sus tensiones con el PP y Cs, no era partidaria de convocar grandes manifestaciones y tendía la mano al independentismo para rebajar la tensión. Pero tras las últimas actuaciones de Torra y los disturbios, ha cambiado y cree que es necesario volver a la calle porque a su juicio la situación actual es similar a la de octubre de 2017.

La marcha tiene por lema 'Por la concordia y por Cataluña: ¡basta!' y tendrá una nutrida representación política. José Luis Ábalos, Josep Borrell y Miquel Iceta por parte socialista; mientras que PP y Ciudadanos acuden con sus primeros espadas, Pablo Casado y Albert Rivera. El presidente de SCC, Fernando Sánchez Costa, explicó este viernes que no ha invitado a Vox porque solo quieren a "los que defienden la democracia, la Constitución y el autogobierno de Cataluña", señaló. Sánchez Costa cree que volverán a hacer historia y que habrá un gran clamor contra el 'procés' y a favor del Estado de derecho. 

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