El pianista y escritor James Rhodes se ha sincerado, la noche de este domingo, en el programa de Risto Mejide, 'Chester', y ha relatado los abusos sexuales que sufrió, de manera continuada, desde los seis hasta los once años de edad. Así, cuenta su historia para intentar ayudar y lograr cambiar las leyes. "No entiendo como en un país tan bonito se siguen cometiendo abusos a menores", declara el pianista en referencia a España, donde vive desde hace unos años y de la que se declara totalmente enamorado. Rhodes quiere pedir a Pedro Sánchez que declare la Ley Contra la Violencia en la Infancia como urgente para así acelerar su trámite.

De hecho, no es la primera vez que el británico, conocido por su abundante actividad en la red social Twitter, se dirige al Gobierno para tratar de conseguir mejoras respecto a este tema que le atañe tan de cerca.

James Rhodes se ha abierto completamente en la entrevista y ha descrito cómo comenzó aquella dolorosa experiencia. Rhodes, que era un niño tímido, tenía un profesor de Educación Física con el que se sentía especial, pues le colmaba de atenciones y regalos. No obstante, un día, con solo seis años, el profesor le encerró en una habitación y le violó. Esta experiencia se prolongó, de una manera terrible, durante cinco años y llegó tan lejos que el pequeño acabó con la columna rota y tuvo que ser operado varias veces.

Además, sus padres nunca actuaron porque no supieron detectar los abusos ni atender a las señales, por lo que Rhodes ha pedido a todos los padres que si tienen cualquier mínima sospecha, actúen.

Estos abusos dejaron en James Rhodes unas secuelas que, tras superar tres intentos de suicidio, todavía arrastra: "Cada vez que lloro tengo una erección... Cada vez que veo una escena de violación en alguna película, vomito, cada vez que oigo un ruido fuerte, me sobresalto. Y, por supuesto, está el odio, la vergüenza", cuenta.

Pero la más grave de todas ellas, y que sucede en todas las víctimas de abuso, quizá sea la culpa. El pianista confiesa que se siente culpable porque nunca contó lo que estaba ocurriendo, tuvieron que pasar décadas para que por fin se atreviera a contarle lo ocurrido a alguien. También dice, mientras Risto trata de convencerle de que solo es una víctima, que cree que "flirteaba" con su acosador porque le gustaba la atención que le otorgaba. Además, el profesor le amenazaba para que no confesase a nadie lo que estaba ocurriendo, le hacía creer que moriría si lo contaba y que él o sus padres acabarían en la cárcel. Incluso ahora, 35 años después, sigue sintiendo miedo, vergüenza y sentimiento de culpa cuando habla de ello.

Tras estas duras declaraciones, el británico ha querido agradecer todo el apoyo mostrado a través de las redes sociales y ha declarado que se siente "orgulloso de llamar a España su hogar".