“La operación que se está haciendo con Julen es la única posible”

Dos geólogos de la Universidad de Zaragoza analizan los trabajos para rescatar al pequeño en Totalán

Los trabajos que se están realizando este martes en Totalán para tratar de llegar hasta Julen
Los trabajos que se están realizando este martes en Totalán para tratar de llegar hasta Julen

Problemas debido a las prisas y la escasa planificación, dificultades inesperadas por las características del terreno, un despliegue para sentirse “orgullosos”… El rescate del pequeño Julen en Totalán supone una obra de ingeniería de primera magnitud y con unos plazos vertiginosos. Dos geólogos de la Universidad de Zaragoza, Luis Arlegui y Carlos Liesa, analizan cómo están siendo los trabajos, siempre con las cautelas a las que obliga el hecho de encontrarse lejos del epicentro.

“Es una tarea de ensayo y error por querer abreviar los tiempos”, analiza Arlegui, profesor titular del departamento de Ciencias de la Tierra. “Me da que la obligación de que se hayan ido afrontando los problemas a medida que se encontraban con ellos está detrás de lo que está pasando; hay que recordar que se trata de un trabajo contra reloj y que van aportando soluciones a matacaballo”, añade.

“La operación que están haciendo es la única que pueden hacer, teniendo en cuenta la posible estabilidad del suelo y que tienen que trabajar con un factor de seguridad”, considera por su parte Liesa, también profesor titular del mismo departamento –y que, como Arlegui, pertenece al grupo de investigación Geotransfer-. En su opinión, en Totalán van al límite: “Trabajan lo mejor que pueden y con la rapidez que pueden”.

Ya al entrar en detalle, Arlegui recuerda que “cada zona tiene su cosa”, incluso en trabajo “a pequeña escala”. En este caso, los avances hacia Julen están muy condicionados por la mezcla de suelos: “Se alternan materiales muy duros, que son malos para perforar, con otros muy blandos, sin capacidad para sostener. Este fue el problema, por ejemplo, de la perforación horizontal. De aquí surgen -continúa el geólogo de la Universidad de Zaragoza- todos los retrasos”. Una actuación más planificada “llevaría más tiempo”, pero “el objetivo era llegar lo más rápido posible”.

El túnel horizontal, peor en estabilidad

Para Liesa, “el túnel horizontal hubiera estado mejor, pero es peor en cuanto a estabilidad, ya que el peso de arriba hay que ir asegurándolo”. “Desde fuera, sin conocer bien la naturaleza geológica ni tener la topografía clara, parece que sí, que es razonable todo lo que se está haciendo”, añade Arlegui.

Ahora llega la última fase, la que debería llevar hasta Julen gracias al trabajo manual de unos mineros de élite. Según este geólogo, “el avance dependerá de nuevo de lo que vayan encontrando”. “Van a tener que trabajar con herramientas manuales, lo cual supone también un problema topográfico. Y a esto se junta que el lugar donde está el sondeo (el bebé) es una incógnita; no puede jugártela con una rozadora”, abunda.

Lo que sí ha quedado claro, aunque finalmente no llegara a dar sus frutos, es que el despliegue organizado es un ejemplo para el mundo. “Me parece increíble, y dice mucho de cómo somos, de nuestro esfuerzo por intentar ayudar. Es para sentirnos todos orgullosos”, se congratula Carlos Liesa. “No están entrando en racanerías, precisamente”, constata por su parte Luis Arlegui, quien también destaca el hecho de que no solo las instituciones públicas se hayan volcado desde el principio, sino que también lo hayan hecho empresas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión