Por un solo libro

El aniversario de la Constitución, un día para celebrar

Un libro que merece una fiesta.
Un libro que merece una fiesta.
Guillermo Mestre

Es 6 de diciembre, Día de la Constitución. En el desayuno, mi hijo de seis años dice jovialmente que "¡hoy todos tenemos fiesta, ¡por un solo libro!". Le admira esto último. En ese instante, doy gracias a la escuela pública, aunque estoy convencido de que todos los colegios del país enseñan el mismo respeto por la ley de leyes. Y pienso entonces que más adelante habrá que explicarle al chico lo importantes que son las celebraciones de la Constitución y del 1 de mayo, nuestras únicas festividades nacionales que no se inspiran en un gran libro religioso.

Por la mañana, veo en la prensa que, junto al debate sobre la Constitución y su posible reforma, la irrupción de Vox ocupa gran parte de los análisis políticos. Yo comparto la preocupación de muchos de ellos, pero creo que, especialmente en el día en que estamos, lo que corresponde es dar la bienvenida a las instituciones a dicho partido político. Una bienvenida fraterna, demócrata y constitucional que estreche la mano con firmeza, haciendo valer nuestras reglas de convivencia, las mismas reglas que, por otra parte, han de ser aplicadas a quienes, por vulnerarlas con oprobio, propician el auge de Vox.

Al atardecer, la ciudad nos sorprende engalanada para una fiesta surgida del gran libro religioso y de la inveterada celebración del solsticio de invierno, de forma que la jornada cívica confluye con el espíritu navideño, al que solo le falta, para ser genuino, que las tiendas estuvieran abiertas. Finalmente, poniéndole al día un rotundo broche constitucional, compramos entradas para la próxima función de Els Joglars en el Teatro Principal.

jusoz@unizar.es