El tiempo corre en contra de Sánchez

Retrasar la convocatoria de elecciones no mejorará la situación ni de Sánchez ni del PSOE.

Pedro Sánchez, durante un acto de los socialistas europeos en Lisboa.
Pedro Sánchez, durante un acto de los socialistas europeos en Lisboa.
Pedro Nunes / Reuters

El tiempo ha empezado a correr en contra de Pedro Sánchez. Su Gobierno está tan atascado como lo estuvo el de Rajoy. Y cuantos más meses tarde en convocar las elecciones, peor puede ser el resultado para su partido. Sin duda, convocarlas ahora, a principios de año, produce vértigo, después de lo ocurrido en Andalucía. Pero si en los comicios europeos, autonómicos y locales de mayo se repite el fiasco de Andalucía la situación del PSOE será dramática. Aún más dramática, vaya. La única esperanza de Sánchez es conseguir que se aprueben los Presupuestos de 2019, aunque sea tarde y mal. Pero ahí los separatistas lo tienen cogido por el cuello y, salvo que esté dispuesto a darles lo que ningún político responsable podría ni siquiera pensar en conceder, la cosa está muy difícil. Con Torra diciendo -¡qué temeridad!- que quiere seguir la ‘vía eslovena’, es decir, que es partidario de una independencia a la yugoslava, no parece que el horno esté para pactos. Sánchez tuvo la oportunidad de dar al PSOE un impulso electoral importante cuando formó un Gobierno de aromas progresistas y empezó su política de gestos de cara a la galería. Pero la ventana de oportunidad se ha cerrado. Hoy todo el mundo conoce su juego: humo y propaganda para seguir en la Moncloa. El efecto Sánchez se ha disipado y el presidente tiene ahora el reloj en contra.