La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha decidido mantener el secreto sobre los archivos incautados al excomisario José Villarejo y a otros imputados en la pieza principal de la causa que aún están encriptados y deben ser descodificados con ayuda del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

En un auto, la sección tercera ha admitido así parcialmente el recurso de la Fiscalía Anticorrupción contra el levantamiento del sumario del caso Villarejo que decretó el juez instructor Diego de Egea, y ha decidido mantener bajo secreto parte de los documentos de la pieza principal de la causa.

La Fiscalía pidió a la Sala mantener el secreto sobre toda la pieza y, subsidiariamente, de la parte que aún no se ha podido desencriptar, ya que la gran mayoría de los archivos digitales incautados a Villarejo estaban codificados.

Ahora, el tribunal acepta esa petición subsidiaria de Anticorrupción y decide levantar el secreto solo de lo que lo que ya se ha conseguido descodificar y que ha dado lugar a la apertura de varias piezas separadas dentro del caso Tándem, en el que se investiga las actividades de Villarejo.

Los fiscales del caso pedían que se mantuviera el secreto sobre lo encriptado para poder "prevenir una situación que pueda comprometer el resultado de la investigación" y la Sala cree que, en efecto, hay que "distinguir entre la documentación analizada y diligencias personales practicadas, y las que estén pendientes de práctica y de análisis documental por la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía".

Para los magistrados "no es cuestionable" que las partes deben poder acceder al resto de documentos ya analizados por la Policía Nacional, tanto en papel como digital.

El tribunal destaca que descifrar los archivos requisados en noviembre de 2017 en la operación Tándem precisará del apoyo del Instituto Nacional de Ciberseguridad o del Centro Criptológico Nacional del CNI, para que luego la Policía analice su contenido y remita informes a la Fiscalía en caso de detectar un posible delito.

En vista de los cargos que ostentó Villarejo, también dice que, si aparece material sensible, se deberá expurgar y revisar esos archivos antes de entregarlos a las partes, "para que no se pueda comprometer la seguridad el Estado o se impida compartir información que pudiera estar legalmente clasificada".

Esta decisión se refiere únicamente a la pieza principal del caso Tándem, la llamada King, en la que se investiga, entre otras cosas, un encargo a Villarejo para sacar los trapos sucios a un hijo del dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, hecho al excomisario por un enemigo político de ese país.