La historia de Rokhaya Diop

Rokhaya Diop, la víctima del crimen
Rokhaya Diop, la víctima del crimen
Heraldo

Detrás de la noticia de cada mujer asesinada hay una historia de sueños rotos y de proyectos truncados. La de Rokhaya Diop, la senegalesa afincada en Monzón, la contaba ayer HERALDO y podría ser la de otras muchas mujeres que dejan sus países de origen, en África, en busca de una vida mejor. La de Rokhaya es una historia de superación y de esfuerzo por integrarse en la comunidad que la acogió. En Cáritas, donde hizo un curso de formación, recuerdan «sus ganas de aprender y de salir adelante». Como ella, las mujeres inmigrantes son claves para lograr que los niños y jóvenes, en su mayoría de origen subsahariano, que llegan a España con su familia consigan establecer vínculos con las comunidades en las que empiezan una nueva vida.

Mujeres como Rokhaya luchan todos los días, por sus hijos, y por ellas mismas. Muchas vienen de países donde no pueden abrirse una cuenta bancaria sin permiso, o porque su pobreza no se lo permite. Otras trabajan para desterrar prácticas terrible como la mutilación genital. El exmarido de Rokhaya la apuñaló delante de sus hijos, lo que aumenta, si cabe, el espanto que provoca este nuevo asesinato. Su historia recuerda cuánto nos queda por hacer a todos para que esta barbarie, con raíces en una violencia sin sentido, sea erradicada.