Los límites del Gobierno

El Gobierno avisa de que no aguantará la legislatura «más de lo razonable» si el PDECat tensa la cuerda.

Isabel Celáa.
Isabel Celáa.
Efe

El Gobierno de Pedro Sánchez ha disfrutado de mes y medio de tregua mientras los partidos de la oposición se reorganizaban tras la moción de censura. La activación del nuevo PP de Pablo Casado y la radicalización del PDECat de Carles Puigdemont lo sitúan ahora ante la inexorable realidad de su debilidad parlamentaria

La portavoz Isabel Celaá ha contemplado por primera vez la posibilidad de que el presidente del Gobierno anticipe las elecciones generales, ante la inestabilidad parlamentaria que se avecina con la amenaza del PDECat de retirar su apoyo al Ejecutivo y el veto del PP a la ampliación del techo de gasto, que obligaría a un ajuste adicional de 3.500 millones. La falta de apoyos parlamentarios suficientes podría tener consecuencias en el calendario electoral. Desde Moncloa se han apresurado a matizar a su portavoz al señalar que el presidente mantiene su compromiso de agotar la legislatura. No obstante, una frase pronunciada por Celaá es la que da la clave de este momento: «Nadie va a resistir más allá de lo razonable». Y lo cierto es que al Ejecutivo puede resultarle difícil sobrevivir lo que queda de legislatura.

De repente, Pedro Sánchez y su Gobierno han chocado con los límites de lo que pueden y no pueden hacer. Sin embargo, desde el primer momento se vio clara su debilidad política, con tan solo 84 diputados en un Congreso de 350 y con unos heterogéneos aliados dispuestos a cobrarse el favor en cuanto tengan ocasión. Por eso, al nuevo Ejecutivo no se le pidió mucho más que dotar al país de una muy necesaria estabilidad política, económica y constitucional. Si las presiones de unos y las exigencias de los otros van más allá «de lo razonable», sería muy equivocado no convocar inmediatamente las elecciones. El inquilino de la Moncloa siempre cuenta con la ventaja de poder elegir la fecha que resulte más conveniente. Lo que es inadmisible es que dependa de un secesionista huido de la Justicia.