Por
  • Víctor Orcástegui

Va de distensión

Heraldo
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Hoy es el día. Este lunes se reúnen en la Moncloa Pedro Sánchez y Joaquim Torra, en lo que debería ser la normalización de relaciones entre el Gobierno de la nación y las instituciones catalanas. Sánchez se ha desvivido por facilitar la distensión. Trabaja con la hipótesis de que si él muestra buena voluntad, los secesionistas pagarán con la misma moneda. Así que ha acercado a los presos y los ha puesto bajo la tutela de sus conmilitones, ha dejado que Meritxell Batet lance globos sonda sobre federalismos y plurinacionalidades y, sobre todo, ha procurado no afear demasiado, ni a Torra ni a la tropa independentista en general, los desplantes, las ofensas o las salidas de tono que han seguido propinando sin tregua contra España, contra el Rey y contra la democracia. Mientras uno distendía y tanteaba un acercamiento, los otros seguían en sus trece y tiraban de la cuerda. Hoy es el día y empezaremos a ver el resultado. Pero, como preparativo y como regalo ‘de cortesía’, Torra lleva a la Moncloa la resolución que aprobaron el jueves en el ‘Parlament’, a instancias de la CUP, reafirmándose en los objetivos del ‘procés’. Como prueba de distendida buena voluntad, no tiene precio.