A toda máquina

Pedro Sánchez promete su cargo
Pedro Sánchez, presidente de España
Efe/Emilio Naranjo

Sigue la legislatura. Ladran, luego cabalgamos. Da igual si uno recibe los votos para ser presidente de Bildu y de ERC, que como se sabe son dos formaciones que trabajan para fortalecer España. Lo importante es mandar, enviar un mensaje al electorado, sentarse a presidir el Consejo de Ministros con 84 escaños, aunque no puedas cambiar más que las hojas del calendario si no te manejas a golpe de decreto. Mucho menos la reforma laboral. Alguien apunta con maldad que tenemos un ‘Bildupresidente’, pero el personal no se atreve a escribirlo ni los socialistas a decírselo a Sánchez. Esas son las cosas de los fascistas de siempre. Aquí contamos con una Cámara Baja que se ha entregado a un ridículo mayúsculo, entre un Partido Popular casi vencido por la corrupción, un Ciudadanos desorientado y noqueado y un Partido Socialista que no quiere saber de líneas rojas. Javier Lambán se las marcó hace ya tiempo a Sánchez y así le va a Lambán en Ferraz. El último episodio, el del ministro tuitero que se enfada por defraudar a Hacienda, acaso no genere ninguna reflexión añadida en el presidente del Gobierno. A toda máquina, aunque falte el rumbo.