Rajoy no puede eludir sus responsabilidades

La sentencia del caso Gürtel ha desencadenado una cascada de acciones y reacciones, por parte de todos los partidos, con más prisas que reflexión. El debate sobre la moción de censura presentada por el PSOE no debe servir a Rajoy para eludir su responsabilidad en la regeneración democrática del país.

Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Los acontecimientos en la política española se han precipitado vertiginosamente tras darse a conocer la sentencia de la Audiencia Nacional sobre el caso Gürtel. Así, el PSOE ya ha presentado una moción de censura. Está en su derecho. Pero debiera haberlo hecho pactando antes los apoyos, sobre todo el de Ciudadanos. De momento, cuenta con 156 votos: los 84 propios, 67 de Unidos Podemos, los cuatro de Compromís y uno de Nueva Canarias. Ciudadanos ha dicho ya que no la apoyará y aún es una incógnita la postura de los secesionistas PDECat y ERC. Pedro Sánchez dijo ayer que no renuncia a ser investido con los votos independentistas, pero eso sería un grave error que los electores no le perdonarían fácilmente. ¿Cómo explicaría que pretende regenerar el país con el apoyo de quienes quieren romperlo? Esta incoherencia, precisamente, es la que aprovechó Rajoy para criticar con dureza el paso dado por el PSOE. En vez de hacer autocrítica y anunciar algún tipo de medida para atajar su descrédito personal y el de su partido, el presidente del Gobierno volvió a actuar a la defensiva acusando a Sánchez de perjudicar la estabilidad de España en pleno desafío soberanista. El presidente evitó, eso sí, enfrentarse a Ciudadanos, que le pide un adelanto electoral.

El fallo del caso Gürtel ha supuesto un tremendo aldabonazo por los hechos probados y porque niega credibilidad al testimonio de Rajoy. A partir de ahí, la gravedad de la condena judicial ha generado un cúmulo de movimientos tácticos de todos los partidos. Está habiendo mucho tacticismo cortoplacista en el PSOE, en Ciudadanos y en Podemos, que ha sido aprovechado por el PP para eludir de nuevo su responsabilidad. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en horas bajas por diferentes razones, intentan recuperarse poniendo en un atolladero a Albert Rivera, que ha hecho bandera de la regeneración y que ahora tiene que decidir si sigue apuntalando al PP.

Todos estos manejos partidistas desvían el foco del auténtico responsable, Mariano Rajoy, que es quien tiene que asumir sus responsabilidades como máximo líder en Génova y en el Gobierno. Sus furibundos ataques a Sánchez sobre la inconveniencia de su moción de censura y el supuesto perjuicio que podría generar a España solo pretenden desplazar la atención del PP al PSOE.