Por
  • Víctor Orcástegui

Algeciras

Los agentes fueron arrestados junto a otras cuatro personas en el curso de una operación contra el narcotráfico desarrollada en La Línea de La Concepción, San Roque y Algeciras.
El Estrecho ha sido siempre ruta de paso para el comercio de drogas.
Twitter/@antoniosanz

El asalto, el 6 de febrero, al Hospital de La Línea, organizado por narcotraficantes para liberar a uno de sus jefes, era ya algo más que una señal de alerta. La paliza propinada, el 12 de mayo, a un grupo de guardias civiles en Algeciras y la muerte de un niño el día 14 en un incidente entre dos embarcaciones han terminado de disparar la alarma. El Campo de Gibraltar corre el riesgo de convertirse en un coto cerrado dominado por las bandas del hachís. O, lo que aún es peor, en campo de batalla para sus guerras. El Estrecho ha sido siempre ruta de paso para el comercio de drogas, pero el peligro ahora es que el fenómeno arraigue socialmente, creando un entramado de complicidades. El persistente desempleo, que entre la gente joven alcanza proporciones elevadísimas, es un factor que ayuda a las mafias a reclutar mano de obra y lealtades. Los gobiernos nacional y autonómico deberían afrontar ese problema. Pero a la vez, es necesario que Interior refuerce de manera permanente el dispositivo de las Fuerzas de Seguridad en la zona y que actúe con decisión, como parece que ya está haciendo, contra las organizaciones delictivas para impedir que campen a sus anchas en la impunidad.