La extraña pareja

Carles Puigdemont y Quim Torra compareciendo ante los medios en Berlín.
Carles Puigdemont y Quim Torra compareciendo ante los medios en Berlín.
Reuters Vocento

Creíamos haberlo visto todo, pero el enloquecido guion del independentismo está deparando nuevos y alucinantes giros. Como en los viejos chistes de borrachos, Puigdemont y Torra comparecieron ante los medios y se llamaron uno a otro ‘president Torra’ y ‘president Puigdemont’, lo que sería un gag si no fuera patético. Amparados en el fantasmal ‘mandato del 1-O’, ambos líderes independentistas obviaron que una fuerza constitucionalista –Ciudadanos– ganó las elecciones y llamaron a la vez, en otra contradictoria pirueta, a la movilización y al diálogo, lo que viene siendo un oxímoron de libro. Casi a la misma hora en que la extraña pareja presidencial se repartía la responsabilidad del gobierno de Cataluña como si fuera el niño de Salomón –tú en Berlín, yo en Barcelona, y vicecersa–, el presidente Mariano Rajoy y el líder de la oposición, Pedro Sánchez, se reunían en la Moncloa para afirmar la defensa de la legalidad democrática. Es obligado. Como dijo Sánchez, las críticas al presidente en materia del 155 han de hacerse en privado para no debilitar la posición constitucional. Más que nunca, los dirigentes deben hacer gala de una doble lealtad, al Estado de derecho y entre sí.