Desbloqueo en Cataluña

El ‘Parlament’ ha aprobado la delegación del voto del exconsejero Toni Comín, huido en Bruselas, una decisión que allana el camino para que pueda ser investido un candidato con los votos de JxCat y ERC. Ahora deben consensuar el nombre de una persona que no arrastre causas judiciales.

Pleno del Parlament
Pleno del Parlament
Efe

Si el Gobierno central o algún partido no presentan un recurso en los tribunales, el voto delegado de Comín se unirá al de Carles Puigdemont y permitirá al secesionismo sumar 66 votos, frente a los 65 del resto de las formaciones no independentistas. De esta forma, se abre una posibilidad viable de desbloquear la situación política catalana, ya que permitiría a JxCat y ERC investir a un candidato en segunda vuelta por mayoría simple, y sin la necesidad de depender de los cuatro votos de la CUP que, eso sí, deberían abstenerse para que tuviera más votos a favor que en contra.

El calendario sigue avanzando y el tiempo se agotará el 22 de mayo, fecha límite en la que la Generalitat ya debería tener presidente para evitar nuevas elecciones. Es el escenario con más adeptos. A los independentistas les interesa para esquivar el incierto desenlace de una nueva convocatoria electoral. Y el Gobierno del PP también prefiere recuperar la normalidad institucional y levantar la aplicación del artículo 155. Por eso, el presidente Rajoy, aunque anunció ayer que estudiará acciones legales ante la delegación de voto de Comín, pidió que se recupere la normalidad "política y social" en Cataluña con la investidura de un presidente que esté "habilitado para gobernar". Los partidos soberanistas tienen una opción de empezar a recuperar cierta cordura en la Comunidad. Aprovecharla depende de ellos.