A juicio 2 policías por llevar a prisión a una inocente sobornados por su ex
Los agentes acusaron a la mujer de atentado con arma de fuego y un delito contra la salud pública por drogas.
La Audiencia Provincial de Madrid juzgará la próxima semana a dos policías que detuvieron a una mujer y motivaron que pasara 39 días en la cárcel con acusaciones falsas fabricadas a cambio de dinero desembolsado por su expareja dentro de un plan urdido para vengarse de ella.
La Fiscalía pedirá 17 años de prisión para cada uno de los agentes procesados, Antonio Javier J.R. y Gabriel Antonio R.J., por delitos de cohecho, detención ilegal y falsedad documental.
También se sentarán en el banquillo de los acusados desde el martes 17 el hombre que urdió el plan, Noureddine M.H., y Mohamed L.O, a quien contrató para desarrollarlo. En este caso, se enfrentan a posibles condenas de doce años de prisión.
Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos ocurrieron en enero de 2014, cuando Noureddine denunció a su expareja como responsable de un robo en el que se sustrajeron en su domicilio 53.000 euros.
A juicio de la Fiscalía, lo que hizo fue tender una trampa a su expareja "como venganza y con intención de darle un escarmiento". Para ello contactó con Mohamed y con los policías y les ofreció 20.000 euros para que detuvieran a su ex y la metieran en prisión.
"Plenamente conscientes de que no concurría causa legal para ello", ambos policías la arrestaron a la salida de un bar en el barrio madrileño de Moratalaz acusada de atentado con arma de fuego (por haberles disparado con una pistola) y contra la salud pública (por haber encontrado en su vehículo diez gramos de cocaína, otros diez de heroína y ocho de MDMA).
Todo era falso, ellos mismos colocaron tanto la droga como el arma. Llevaron a la detenida a la comisaría de Moratalaz y redactaron un atestado policial lleno de falsedades que hizo que la víctima pasara 39 días en prisión preventiva por orden de un juez acusada de los delitos de tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y contra la salud pública.
Los agentes recibieron de Noureddine, a través de Mohamed, 5.000 euros cada uno, la mitad de cantidad previamente acordada.
