La Justicia responde

El auto de procesamiento contra los líderes del ‘procés’, por delitos tan graves como rebelión o malversación de fondos públicos, resume el desenlace judicial de la ofensiva independentista de los últimos años. Nunca debieron llegar tan lejos en su desafío al Estado de derecho.

La Guardia Civil lleva a prisión a Jordi Turull y los exconsellers Raül Romeva y Josep Rull.
La Guardia Civil lleva a prisión a Jordi Turull y los exconsellers Raül Romeva y Josep Rull.
Efe

Una de las tesis fundamentales del auto de procesamiento del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena contra veinticinco de los dirigentes del independentismo es que la estrategia de ruptura se encuentra "latente y pendiente de reanudación" en cuanto vuelvan a hacerse con el control de las instituciones catalanas. Otra es que considera violentas algunas de las actuaciones de los soberanistas, con las que se fundamenta el delito de rebelión. Estas apreciaciones unidas al riesgo de fuga, hecho patente con la huida a Suiza de la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y a la posibilidad de reiteración delictiva han servido al magistrado para justificar la prisión incondicional de otros cinco protagonistas del intento de secesión en Cataluña, entre ellos el candidato a presidente de la Generalitat Jordi Turull. Es muy lamentable que alguien tenga que ir a la cárcel, pero los líderes secesionistas prefirieron desoír las numerosas voces, incluidas las de los servicios jurídicos del Parlament, que les advirtieron de que la vía unilateral sería cercenada por la respuesta de la Justicia. Los jueces actúan con firmeza porque así debe ser en el Estado de derecho, bajo cuyo paraguas nos protegemos todos los ciudadanos. Los políticos independentistas tienen ahora una nueva oportunidad de buscar un candidato limpio y que se atenga a la legalidad, porque el artículo 155 de la Constitución seguirá vigente hasta entonces.