Turull comparece ante el Tribunal Supremo tras su fracasada investidura

El candidato a President no logró los apoyos suficientes en la primera votación debido a la abstención de la CUP. El juez podría dictar prisión preventiva para él y cinco diputados más: Forcadell, Rovira, Romeva, Dolors Bassa y Rull, por lo que está en el aire la segunda votación de la investidura.

Turull tras el pleno de este jueves en el Parlament
Turull tras el pleno de este jueves en el Parlament
Afp

La CUP ha frustrado este jueves, con sus cuatro abstenciones, la investidura exprés del candidato de Junts per Catalunya (JxCat), Jordi Turull, que el viernes acudirá al Tribunal Supremo, sin ser presidente de la Generalitat, para que se le comunique su procesamiento.

La rápida respuesta que buscaba JxCat a la citación del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, invistiendo este jueves de urgencia a Turull para que fuese a Madrid al día siguiente ya como presidente de la Generalitat, se ha venido abajo tras unas horas de debate interno 'in extremis' en la CUP, antes del pleno de investidura.

Turull necesitaba el voto a favor de los cuatro diputados de la CUP para alcanzar, en primera votación, la mayoría absoluta de 68 parlamentarios, pero al final sólo ha podido contar con los 64 de JxCat y ERC, frente a los 65 de Ciudadanos, el PSC, los comunes y el PPC.

El Supremo podría dictar prisión preventiva para Turull -y cinco diputados más: Carme Forcadell, Marta Rovira, Raül Romeva y Dolors Bassa (ERC) y Josep Rull (JxCat)-, por lo que está en el aire la segunda votación de la investidura, en la que bastaría una mayoría simple y que debería celebrarse 48 horas después de la primera votación, es decir, el sábado.

Al término del pleno, que se ha visto condicionado en los discursos y en los gestos por las comparecencias de el viernes ante el Supremo, Forcadell, Rovira y Bassa han presentado su renuncia al escaño.

Un Turull cabizbajo, consciente de que no tendría el apoyo de la CUP para ser investido, ha tomado la palabra poco después de las cinco de la tarde en el Parlament, con el expresidente de la Generalitat Artur Mas y los expresidentes de la Cámara Joan Rigol y Ernest Benach en la tribuna de invitados.

En un discurso de una hora, Turull ha evitado hacer referencias explícitas a la independencia y a la república catalana y ha insistido en tender la mano al Estado para iniciar un diálogo, al tiempo que ha llamado a la unidad del soberanismo para "deshacerse de las garras del 155".

Especialmente significativa ha sido la intervención del jefe de filas de la CUP en el Parlament, Carles Riera, que ha cargado contra el "discurso autonomista" de Turull y ha anunciado que su formación da por acabado el "procés" y sus alianzas con las fuerzas soberanistas y pasa a la oposición.

La líder de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, ha afirmado que Turull "no puede ser la solución" porque "forma parte del problema", representa el "conflicto", la "incertidumbre" y el "lío" de la "novela de ficción" del proceso soberanista.

El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, ha urgido a formar un 'Govern' que permita acabar con la aplicación del artículo 155 de la Constitución y seguir avanzando hacia la "república", un camino para el que ha pedido "luces largas" e "inteligencia colectiva".

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha tendido la mano a los independentistas para explorar una "mayoría transversal" si abandonan la "desobediencia" y apuestan por políticas sociales y mejorar el autogobierno, aunque es escéptico de la "sinceridad" del "giro copernicano" hacia el "autonomismo" de Turull.

El presidente del grupo parlamentario de Cataluña en Comú-Podem, Xavier Domènech, ha rechazado la candidatura de Turull porque "representa a la Convergència de la peor etapa", "la del 3 por ciento" y "la de los recortes".

El presidente del PPC en el Parlament, Xavier García Albiol, ha dicho que el discurso de Turull demuestra que "el Estado de derecho y las instituciones democráticas de este país han ganado".

En la contrarréplica, Turull ha dicho a la CUP que el soberanismo tiene la "altísima responsabilidad" de llegar a un acuerdo y ha prometido perseverar para pactar de cara a la segunda votación.

Para esta segunda votación bastaría la mayoría simple para investir a Turull, pero JxCat y ERC siguen necesitando al menos dos votos a favor de la CUP, que este jueves ha enfriado cualquier posibilidad de acuerdo a corto plazo.

JxCat no ve clara la posibilidad de que renuncien a su escaño Carles Puigdemont y Antoni Comín, ya que, según ha dicho Elsa Artadi en RAC 1, entre la primera ronda del pleno y la segunda "no puede haber cambios de diputados ni renuncias de actas".

Si el sábado no puede ser investido Turull, JxCat deberá buscar un nuevo candidato, esta vez ya libre de causas judiciales, y ahora mismo hay diversos nombres sobre la mesa, como Elsa Artadi, Eduard Pujol, Quim Torra y Marc Solsona.

Si se plantea un nuevo candidato y los cuatro diputados de la CUP mantienen su abstención porque el plan de gobierno no incorpora elementos de desobediencia para construir la república catalana, JxCat y ERC se verán abocados a esperar la renuncia a su escaño de Carles Puigdemont y Antoni Comín, ambos en Bélgica, para que entren otros dos diputados de sus candidaturas que sí puedan votar.

En ese caso, bastarían los 66 votos de JxCat y ERC para investir, en segunda votación y por mayoría simple, a un nuevo candidato, sin que hiciese falta más que las cuatro abstenciones de la CUP.

La decisión de este viernes de la CUP ha provocado que se active la cuenta atrás para pactar definitivamente una investidura antes de que el 22 de mayo termine el plazo de dos meses, ahora ya sí en marcha, y sean convocadas de forma automática nuevas elecciones, que podrían caer el 15 de julio, fecha que coincidiría con la final del Mundial de Rusia.

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