Las dos Españas

Hay otras ‘dos Españas’ que, por fortuna, no remiten a un enfrentamiento ideológico sino que definen las profundas diferencias entre las comunidades de un país verdaderamente diverso. Una es la España que sufre problemas de despoblación, envejecimiento y dispersión, factores que encarecen los servicios básicos que deben prestarse, además, a una población en general bastante envejecida. Los presidentes de estas comunidades –Aragón, Castilla y León, Asturias y Galicia– pertenecen a diferentes partidos, pero se han reunido para formar un frente autonómico que lleve al Gobierno a ligar financiación y despoblación. Es una reclamación antigua, y de puro sentido común. Hablamos de comunidades con amplias zonas despobladas pero que suman más de siete millones de habitantes y representan el 36% del territorio nacional. No está escrito ni es una maldición que esta España, cuyos ciudadanos tienen los mismos derechos que los demás, tenga que seguir agonizando hasta su último suspiro. Un sistema de financiación autonómica que tenga en cuenta estas particularidades es uno de los métodos para evitarlo.