Pasó una semana hasta que los vecinos se percataron de que algo estaba pasando. Un olor "insoportable" en el portal que emanaba de uno de los pisos de un edificio de Badia del Vallès (Barcelona) fue lo que descubrió los cuerpos de Agustín, de 67 años, y de su madre de 97 años y enferma de alzheimer, Aurelia.  Tal y como cuenta El Español, Agustín cuidaba a su madre enferma, por lo que cuando sufrió un infarto en el salón y falleció, ella no pudo avisar a nadie y murió sentada en su butaca. "Aurelia tuvo que ver como el cuerpo de su hijo se descomponía a sus pies durante varios días, mientras ella moría de inanición", cuenta el diario digital.

Ambos llegaron a Badia hace 30 años de Zaragoza. Hacia años que él ya no trabajaba y cobraba una invalidez, por lo que únicamente se dedicaba a cuidar a su madre. Apenas salían y se relacionaban con los vecinos.

Los Mossos d'Esquadra accedieron a la vivienda el lunes 13, sobre las dos de la tarde. Allí se encontraron los cadáveres sin signos de violencia, pero en avanzado estado de descomposición. "La policía ha confirmado que él murió primero, probablemente a principios de mes. Ella, varios días después. Probablemente una semana, aunque de momento no se saben las fechas concretas", explica El Español.

La nieta de Aurelia, y única familiar directa que vive cerca, se ha hecho cargo tanto del funeral como de la limpieza del piso.