Los diputados de PDeCAT, ERC y En Comú Podem se han concentrado este jueves en la escalinata de la Puerta de los Leones del Congreso para pedir más "democracia" y protestar contra la "represión de PP" y el Gobierno en Cataluña para impedir el referéndum ilegal del 1 de octubre.

Los portavoces en el Congreso de PDeCAT, Carles Campuzano, y de ERC, Joan Tardá y Gabriel Rufián, han encabezado la manifestación de una veintena de diputados que portaban una pancarta pidiendo "democracia".

La concentración ha suscitado el interés de algunos curiosos que paseaban por la madrileña Carrera de San Jerónimo, donde un hombre ha increpado a los concentrados con gritos de "gandules", "mamones", "¿Pero qué decís, más democracia?, 40 años hemos tenido".

Tardá ha llamado a los catalanes a convertir el próximo domingo en una "fiesta de la democracia" sin caer en las provocaciones y a "hacerlo todo a la catalana", de forma cívica y pacífica.

El portavoz de ERC ha incidido en que en este momento tan importante de la historia de Cataluña y España hay que actuar como "hombres y mujeres libres".

Ha apelado a la "responsabilidad, inteligencia y coraje", porque los catalanes tienen derecho a decidir su futuro, y ha dicho al conjunto de la sociedad española que sepa que saldrán a la calle pacíficamente para expresar su voluntad "llenando las urnas de votos".

"No hay derecho a que nos hagan sufrir", ha añadido el portavoz de ERC, para quien no tiene sentido que el Gobierno les haga sufrir, porque sabe que la democracia triunfa siempre.

Lucía Martín, de En Comú, ha explicado que frente a la política de excepción contra las instituciones y los ciudadanos de Cataluña que está aplicando el PP, los partidos nacionalistas catalanes han querido proyectar esta imagen conjunta ante la Puerta de los Leones.

"Hablamos en nombre de la mayoría del pueblo de Cataluña", ha destacado el portavoz de PDeCAT, para quien el 1-O no es solo una jornada a favor del derecho a decidir y la independencia, sino en defensa de la democracia.

Por eso, ha pedido a todos los demócratas españoles que les apoyen, porque, en su opinión, está en juego, además del ejercicio de los derechos fundamentales en Cataluña, ver "si España es un Estado suficientemente democrático para dar respuesta a las demandas legítimas de los ciudadanos de Cataluña".

Y se ha mostrado convencido de que cada vez tendrán más apoyos del resto de españoles, que no entienden que el Gobierno opte por "la represión, la vulneración de los derechos fundamentales de los ciudadanos y por poner en crisis el sistema democrático".