Un grupo numeroso de inmigrantes logra saltar la valla fronteriza en Melilla

Las fuerzas de seguridad los han sido dirigido al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Un centenar de inmigrantes se dirigen hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes  (CETI) de Melilla.
Un centenar de inmigrantes se dirigen hacia el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla.
Efe

El primer salto masivo de este año en la valla de Melilla se ha saldado este martes con 110 inmigrantes que han logrado llegar al centro de acogida de la ciudad, tres guardias civiles heridos y restricciones en la frontera con Marruecos.

Un grupo de unos trescientos subsaharianos ha intentado hacia las siete de la mañana saltar la alambrada entre España y Marruecos en su zona sur, de los que 110 han conseguido entrar en Melilla.

La Guardia Civil ha solicitado a la Cruz Roja que asistiera a tres de los inmigrantes, pero se ha comprobado que se encontraban bien, tras un salto que la Delegación del Gobierno en Melilla ha calificado de "violento".

Los inmigrantes han lanzado piedras contra las fuerzas de seguridad, y tres guardias civiles han sufrido heridas que no revisten gravedad: uno de ellos por un garfio de los utilizados por los subsaharianos para escalar la alambrada, otro al recibir una patada y un tercero en una caída.

También han sufrido daños varios vehículos de la Guardia Civil, según la Delegación, "como consecuencia del lanzamiento de piedras, patadas y golpes por parte de los subsaharianos".

La Guardia Civil y las fuerzas especiales marroquíes han frenado la entrada del resto del grupo, mientras que los que han conseguido entrar en Melilla han sido dirigidos al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Los inmigrantes han recorrido la ciudad a pie, en grupos que coreaban "bossa, bossa", un grito en señal de victoria, mientras eran conducidos por la Policía y la Guardia Civil.

La entrada de los que han logrado saltar la valla ha supuesto un repunte en la ocupación del centro, con lo que ronda su capacidad máxima, de un millar de plazas, cuando hace un año estaba a la mitad, según han informado fuentes del propio CETI.

El salto ha afectado además al normal funcionamiento de la frontera, puesto que la Guardia Civil ha tenido que reorganizar sus efectivos, han asegurado fuentes de la Delegación del Gobierno.

El puesto fronterizo del Barrio Chino ha visto restringido el paso de porteadores con bultos de mercancías, porque no se podía garantizar la seguridad de las miles de personas, muchas de ellas mujeres, que viven de esta actividad.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, durante una rueda de prensa en Madrid, se ha comprometido a seguir reforzando la valla fronteriza con más medios y con la colaboración de Marruecos, sin la que ha asegurado que se produciría un salto a diario.

Por su parte, la Asociación Española de Guardias Civiles, en un comunicado, ha denunciado "la falta de medios de autoprotección para los agentes", cuyo número ha considerado "escaso" para vigilar la frontera y ante "la violencia en la embestida" en saltos como este.

El PSOE ha reclamado, asimismo, un refuerzo para las fuerzas de seguridad en Melilla y ha recordado que, junto con Ceuta, es la frontera terrestre de la Unión Europea en África.

El salto es el primero masivo de este año en Melilla, ya que en el anterior, en febrero, los inmigrantes no fueron todos rechazados y solo 18 de un grupo de cuarenta lograron entrar en la ciudad. Los saltos a la valla en Melilla se han ido reduciendo desde 2016, comparados con las entradas masivas de los dos años anteriores.

La frontera entre España y Marruecos en la ciudad, de unos once kilómetros y medio, registró el año pasado cerca de 4.000 intentos de entrada irregular a través de la valla, de los que solo un 7 por ciento lo lograron, lejos de los 18.000 contabilizados en 2014.

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