La convocatoria de un debate de investidura en las próximas semanas podría provocar, en el caso de que no fuese elegido ningún candidato en los dos meses siguientes, que tuvieran que celebrarse unas nuevas elecciones generales en fechas navideñas.

Además, hay otro incoveniente añadido y es que los partidos no quieren celebrar el debate de investidura durante las campañas de las elecciones vascas y gallegas, entre el 9 y el 25 de septiembre, fecha esta de los comicios.

La necesidad de buscar una fecha que no tenga estos y otros obstáculos es la razón que esgrime el PP para querer hablar con el PSOE de la fecha del debate de investidura y para que los líderes de ambos partidos, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, se reúnan con tal fin.

Si las negociaciones se acelerasen y el debate se celebrara la semana que viene -iniciándose el 23 y con la primera votación el 24 de agosto-, en caso de no ser elegido ningún candidato en los dos meses siguientes las elecciones se convocarían para el 18 de diciembre, casi un año después de las del 20 de diciembre de 2015. Esa fecha no plantearía problemas como sí los plantean las semanas siguientes.

De esta forma, si el debate se convocase la semana del 30 de agosto, los comicios tendrían que celebrarse el día de Navidad, el 25 de diciembre, por lo que esta semana queda prácticamente descartada.

Igualmente se podrían eliminar las dos semanas siguientes, porque con un debate de investidura que comience el 6 de septiembre habría elecciones el día de Año Nuevo.

Y si se iniciase el 13 de septiembre los comicios serían el 8 de enero con campaña electoral en plenas navidades, algo con lo que tampoco cuentan los partidos políticos.

Esa semana tiene además un segundo inconveniente, el de que la segunda votación tendría que ser el 16 de septiembre y en esa fecha hay cumbre de la UE en Bratislava a la que tiene que acudir el presidente del Gobierno.

Tampoco sería conveniente un debate de investidura el 20 de septiembre, porque coincidiría con la última semana de campaña en Galicia y el País Vasco.

De esta forma, la primera semana a la vista -sin contar la próxima- que no plantea, en principio, tantos problemas de calendario para unas eventuales terceras elecciones, sería la del 27 de septiembre.

Si el debate fuese esa semana, en caso de que no fuese elegido ningún candidato y pasasen los dos meses sin que se produjera dicha elección, los comicios generales se celebrarían el 22 de enero.