Maite Zaldívar vuelve a prisión tras agotar su segundo permiso

Cumple condena de dos años y medio de cárcel por un delito de blanqueo de capitales.

Maite Zaldívar, en el momento de su ingreso en prisión tras un permiso de seis días.
MAITE ZALDÍVAR VUELVE A LA CÁRCEL TRAS CUMPLIR SU PIRMER PERMISO DE SEIS DÍAS
JORGE ZAPATA

Maite Zaldívar, la exmujer del exalcalde de Marbella Julián Muñoz, ha vuelto este martes a la prisión de Alhaurín de la Torre (Málaga) tras disfrutar de un segundo permiso de seis días durante el cumplimiento de su condena de dos años y medio de cárcel por un delito de blanqueo de capitales.


Fuentes penitenciarias han informado de que Zaldívar ha retornado este martes por la tarde, como estaba previsto, a la cárcel donde cumple la pena desde el 27 de octubre de 2014.


Maite Zaldívar espera disfrutar de un tercer permiso el próximo enero, lo que está pendiente de su aprobación por el juez de Vigilancia Penitenciaria, una vez que fue propuesto por la Junta de Tratamiento de la prisión, han asegurado fuentes de su defensa.


Zaldívar abandonó la cárcel malagueña en la tarde del pasado 23 de diciembre, víspera de Nochebuena, lo que le ha permitido pasar las fiestas navideñas fuera del establecimiento penitenciario.


Previamente disfrutó de otro permiso el pasado 13 de noviembre y está a la espera de la concesión del tercer grado.


Maite Zaldívar fue juzgada en un procedimiento en el que también fueron condenados la tonadillera Isabel Pantoja a dos años de prisión; su expareja Julián Muñoz; su hermano -Jesús Zaldívar- y otras tres personas.


Durante el juicio, la defensa de Zaldívar admitió que creó sociedades y movió dinero del exalcalde marbellí a Suiza, pero sin conocer su procedencia ilícita, y que -tras su divorcio- ella intentó poner a salvo de Muñoz el dinero que quedaba en casa.


El auto judicial que concedió su primer permiso recordaba que algunos requisitos para otorgarlo eran que el interno hubiera cumplido la cuarta parte de su condena y que no se observara mala conducta.


Maite Zaldívar había cumplido ya un cuarto de su condena, está clasificada en segundo grado de tratamiento penitenciario y no se había producido mala conducta, según la resolución, que resaltaba su actitud de "plena adaptación e integración modular con internas e institución" y que "reconoce los hechos cometidos". 

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