Artur Mas, pendiente de su investidura, busca un Gobierno que equilibre sensibilidades

La negativa de CUP a facilitar la investidura de Mas dificultan un acuerdo que ven improbable que se alcance antes de las elecciones generales.

Artur Mas.
Artur Mas.
Efe

La incertidumbre que rodea las conversaciones entre Junts pel Sí (JxS) y la CUP sobre una hoja de ruta soberanista y la investidura del presidente de la Generalitat está llevando a Artur Mas a retrasar la elección de consellers del nuevo ejecutivo, para el que busca un equilibrio entre las diferentes sensibilidades en CDC.


La negativa de la CUP a facilitar la investidura de Mas y la distancia entre JxS y la CUP en ciertos planteamientos dificultan un acuerdo que desde ambas partes ven improbable que se alcance antes de las elecciones generales del 20D, según reconocen diversas fuentes nacionalistas consultadas por Efe.


Mientras persiste el escollo de la investidura -que podría acabar forzando otras elecciones, a principios de marzo, si no hubiera acuerdo- Mas ya tiene "ideas" sobre cómo debería ser su nuevo gobierno, aunque aún no tiene decidido el equipo "entero", ha dicho hoy en una entrevista a RAC1.


Los interrogantes que sobrevuelan el inicio de la legislatura en Cataluña, según las citadas fuentes nacionalistas, han llevado a Mas a posponer los contactos con los posibles consellers del nuevo Govern hasta poder confirmar su investidura.


Entre los planes que baraja Mas, siempre según estas fuentes consultadas, figura situar en el Govern -que Convergència compartirá con ERC y algunos independientes- a varios perfiles con opciones de jugar un papel relevante en el futuro de un partido, CDC, en vías de refundación.


Uno de los nombres con firmes opciones de entrar en el nuevo gobierno catalán es Josep Rull, actual coordinador general de CDC.


Su eventual incorporación al Govern -su trayectoria ha ido muy vinculada al área de Política Territorial y Obras Públicas, aunque no se descarta que asuma altas responsabilidades que puedan quedar pronto vacantes en el ejecutivo- posiblemente lo llevaría a ceder sus funciones como coordinador general de los convergentes.

Las diferentes fuentes consultadas coinciden en señalar que la decisión que tome Mas sobre el futuro de Rull -en el Govern o al mando del partido- condicionará otros movimientos de piezas.

Jordi Turull, con todas las papeletas para convertirse en presidente del grupo parlamentario de JxS, es según fuentes de CDC, justamente otro de los nombres con sólidas opciones de ser elegido secretario general del partido en el congreso del año que viene.


Para este cargo, además de Turull y Rull, suena un tercer nombre, el del conseller de Justicia, Germà Gordó, otro de los perfiles que Mas estudia incluir en el próximo Govern; los tres disponen de apoyos territoriales equilibrados en CDC, pero la autoridad interna de la que goza Mas puede acabar siendo un factor determinante.


En paralelo a los discretos movimientos para la secretaría general del partido, sigue latente el debate sobre quién relevará como cartel electoral a un Mas que ha dejado entrever que este será, si es investido, su último mandato como presidente catalán.


Un debate que se verá alimentado en función de cómo se resuelva el reparto de papeles en el futuro Govern pero que, según diversas fuentes, tiene ya varios nombres en la parrilla de salida.


Entre las alternativas para encabezar una futura lista electoral al Parlament, además de los ya mencionados Rull y Gordó, aparece el actual conseller de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, que cerró la lista de Junts pel Sí por Girona y que es uno de los perfiles que Mas tiene previsto mantener en el Govern.

Caso aparte es el de Neus Munté, que pasó de ser una de las caras con menos proyección pública del Govern a convertirse, tras el adiós de Unió, en vicepresidenta y portavoz del ejecutivo y a quien Mas situó, en un gesto simbólicamente relevante, como número dos de CDC en la lista de Junts pel Sí para las elecciones del 27S.


Al elaborar las listas en julio, Mas habló con cada conseller, y Munté -que desarrolló su carrera profesional en la UGT de Cataluña- fue la única a quien garantizó un lugar en la candidatura y un puesto en el próximo Govern si volvía a presidirlo él.


De no figurar inicialmente en ninguna quiniela ni postularse personalmente para ello, el nombre de Munté fue emergiendo merced a ese doble movimiento -su ascenso en el Govern y su ubicación en la lista de CDC sólo por detrás de Mas- hasta el punto de que fuentes del partido le conceden opciones como posible candidata de futuro.


Pese a que ha ligado públicamente su futuro político al de Mas, otro nombre a seguir es el de Francesc Homs, hoy conseller de la Presidencia y que apunta como principal cabeza visible de CDC para las elecciones generales del próximo 20 de diciembre.

Concurrir como candidato el 20D llevaría a Homs a ceder sus responsabilidades en un Govern que sigue en funciones: Munté podría asumir al menos temporalmente las atribuciones de Presidencia, hasta saber si el acuerdo con la CUP para la investidura es posible, según las fuentes nacionalistas consultadas.


Para la primera mitad de 2016 CDC se plantea una renovación a fondo de su marca y sus estructuras; algunas voces incluso hablan no ya de un simple congreso de "refundación" del partido, sino de dos fases: un primer cónclave para clausurar la etapa convergente y un segundo para alumbrar las nuevas siglas de un movimiento amplio que aspire a representar la transversalidad del soberanismo.

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