El padre de Asunta no sabe por qué declaró que a la niña le había dado polvos blancos

Ha subrayado que para él estar con su hija le daba "la vida" y ha remarcado que jamás le dio a la niña nada que "no le pudiese dar"

El padre de Asunta
El padre de Asunta

Alfonso Basterra, acusado de matar a su hija Asunta, en un presunto plan orquestado junto a su exesposa, Rosario Porto, ha señalado que no sabe por qué el día 27 de septiembre de 2013, en su única declaración judicial, confirmó que había dado una vez polvos blancos a la niña sin detallar el fármaco.


En la sesión que se está celebrando en los juzgados compostelanos de Fontiñas, centrada en su interrogatorio, Barterra ha pedido al fiscal asignado al caso, Jorge Fernández de Aránguiz, que en sus preguntas, y apelando a su "humanidad", se refiera a la víctima como Asunta, en lugar de "el cadáver de Asunta", y ha rechazado cualquier contradicción intencionada en sus relatos.


Ha apuntado que cuando habló esa primera y única vez, llevaba seis días llorando, tras conocer que su pequeña había muerto de manera violenta, y ha dicho que, tras su detención, durmió en un lugar donde no lo harían "ni las ratas", en alusión al calabozo, por lo que hablar de descanso sería un "eufemismo".


Con ello, ha subrayado que uno puede incurrir en "un error", pero "eso no significa que mienta ni que oculte nada", ha proseguido, y, con sarcasmo, ha ejemplificado que si entonces el juez instructor José Antonio Vázquez Taín le hubiese preguntado si él era el hijo del papa Francisco, "probablemente" su respuesta habría sido que sí.


Del mismo modo, ha respondido Basterra al ser preguntado por horas concretas o hechos determinados, apelando a que "nos estamos entreteniendo en unas cosas...", "yo no hago un diario diariamente de mi vida" o "no hago una gráfica Excel para anotar a qué hora comemos".


Alfonso Basterra ha reclamado del Ministerio Público un "mínimo de empatía", con lo de ahora, por hoy, y con aquel 27-S, cuando no estaba "en condiciones de hacer una declaración coherente".


Ha subrayado que para él estar con su hija le daba "la vida" y ha remarcado que jamás le dio a la niña nada que "no le pudiese dar", también que a Asunta no le gustaban ni los médicos ni la medicina y que era una cría "muy puntillosa" además, con lo que sobre "cualquier cosa" había que darle la oportuna explicación.


Del día en el que falleció Asunta, el 21 de septiembre de 2013, ha destacado este periodista que él hizo recados, que cocinó un revuelto de champiñones, que tras haber comido juntos, jugaron a las cartas, Rosario Porto -presente también en ese almuerzo-, Asunta y él, en concreto al Continental, y que ganó las dos partidas la niña, y ha precisado, asimismo, que Asunta estaba bien, "espabilada como usted y yo ahora", le ha dicho al fiscal.


Después, al quedarse solo, Alfonso Basterra se entretuvo leyendo y preparando unas albóndigas, un plato que nunca había hecho y que le consumió bastante tiempo, tras lo cual fregó, algo que generó "sorpresa" en los guardias civiles, cuestión que no entendió, "no sé cómo tendrían sus casas", ha dejado caer.


Los padres de Asunta, internos en el penal coruñés de Teixeiro desde hace más de dos años, son los únicos acusados del crimen de esta niña y, en el juicio que se celebra en Santiago, la primera de los dos en declarar ha sido ella, mientras que hoy es el turno de él.

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