Solo un 3,5 % de aragoneses identifica correctamente el impreso de los huevos

Un 75 % de los aragoneses desconoce que la UE garantiza una producción de huevos sostenible con normas muy exigentes.

La etiqueta del huevo ofrece información sobre el tipo de puesta, el día y la caducidad del mismo.
Solo un 3,5 % de aragoneses identifica correctamente el impreso de los huevos

Los resultados para Aragón de la encuesta 'Huevómetro', elaborada por Inprovo (Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos) revelan que tan solo el 3,5 % de los consumidores se fija e identifica correctamente el código impreso en los huevos.


La directora de Inprovo, Mar Fernández, y el productor de huevos de Samper de Calanda (Teruel), Carlos Lagunas, han explicado en Zaragoza el Modelo Europeo de Producción, las garantías que ofrece y cómo identificarlas en la etiqueta y el marcado.


La campaña 'El huevo, de etiqueta' va a recorrer las principales ciudades españolas en sus dos años de duración.


Aragón es la tercera región española con mayor producción de huevos, representando el 7,4 % de la producción total y el consumo per cápita de este producto de los aragoneses en 2013 fue de 12 docenas, superando la media española en un 10 %. De los más de 6 mil millones de huevos consumidos ese año en España, el 3,2% corresponde a Aragón.


El código impreso en la cáscara del huevo y la etiqueta ofrecen información de gran valor para el consumidor y permiten la trazabilidad (herramienta de control de la seguridad alimentaria) y la elección del huevo que más se ajusta a las preferencias del comprador, según informa Inprovo en una nota de prensa.


Según el 'Huevómetro', a pesar de que el 65 % de los consumidores de Aragón asegura fijarse en el código de la cáscara, solo un 3,5% lo identifica correctamente.


El 69 % lo relaciona con la fecha de consumo preferente y el 20 % con la fecha de puesta, cuando en realidad, el primer número del código indica el sistema de producción y el resto de dígitos identifican la provincia, el municipio y la granja, según han explicado.


La etiqueta, por su parte, incluye obligatoriamente la fecha de consumo preferente, el tamaño de los huevos, la forma de cría de las gallinas y las condiciones de conservación que debe ser en el frigorífico tras la compra. Además, puede informar sobre la alimentación de las gallinas o la composición nutritiva del huevo.


En Aragón, un 64 % de los consumidores asegura fijarse siempre o casi siempre en el etiquetado de los productos de alimentación envasados y en el caso de los huevos desciende al 63 %. En lo que más se fijan los aragoneses es en la fecha de consumo preferente (100 %), seguido del tamaño de los huevos (96 %) y la marca comercial (79 %).


En la Unión Europea existen cuatro sistemas de producción de huevos: en jaula, en suelo, campero y ecológico, sin embargo, un 45 % de los aragoneses no ha oído hablar de la cría de gallinas en suelo.


'Todos los sistemas de producción garantizan el cumplimiento del Modelo Europeo. El consumidor puede elegir el huevo que prefiera con la tranquilidad de que los producidos en las granjas comerciales de la UE son de confianza', ha explicado Mar Fernández.


Un 75 % de los aragoneses desconoce que la UE garantiza una producción de huevos sostenible mediante un conjunto de normas muy exigente. Sin embargo, la sanidad y la alimentación de las gallinas son dos de los aspectos que más les preocupan.


En este sentido, el 84 % de los consumidores confía en la información sobre calidad y seguridad de los alimentos facilitada por nutricionistas y expertos; y el 81 % en la que ofrece el productor.


Los resultados del 'Huevómetro' son la base de la estrategia de la campaña de información sobre el Modelo de Producción Europeo de huevos 'El huevo, de etiqueta'. Es la única que explica la producción y el etiquetado del huevo en el ámbito comunitario, está cofinanciada por la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.


Carlos Lagunas aseguró que 'el Modelo Europeo de Producción implica grandes inversiones en el equipamiento de nuestras granjas, en el cuidado de las gallinas y en capital humano'. Por ello en el sector trabajan profesionales en nutrición, veterinarios, responsables de medio ambiente y calidad, además de los propios productores.