El futuro según Mariano Rajoy

La oposición coincide en que el presidente falta al respeto a los españoles con su triunfalismo.

Se acaba un año, el de la recuperación, dice el presidente, y empieza otro, el del despegue económico, según Rajoy. Demasiado optimismo para quienes escuchan su balance desde la oposición. Lo peor de la crisis es ya cosa del pasado, según Rajoy. Viene un futuro mejor, dice, que empieza a estar ya muy presente.


En lo político, apuesta por lo conocido, por lo de siempre, por el bipartidismo. Lo que estaría por llegar, según Rajoy no es de fiar. Se llama Podemos. Pablo Iglesias gana terreno en las encuestas. PP y PSOE se desploman al mismo ritmo que el morado avanza en la escena política. Por eso, Rajoy no descarta una coalición con el PSOE. Los socialistas no están muy por la labor.Reacciones al mensaje de Rajoy


Todos los partidos de la oposición descalificaron con dureza el balance político realizado por el presidente del Gobierno, con el que entienden que quiso dar por finalizada la crisis económica y por encauzada la lucha contra la corrupción. Sus principales líderes coincidieron en que el "triunfalismo" que apreciaron en las palabras de Mariano Rajoy y la ausencia de autocrítica son "una falta de respeto", "un insulto" y "una tomadura de pelo" a los españoles, que siguen en su mayoría sin apreciar la llegada de la supuesta recuperación a sus casas y que observan como el jefe del Ejecutivo se siente legitimado para encabezar la lucha contra los corruptos sin haber asumido previamente responsabilidades políticas, ni él ni la cúpula del PP, pese a los escándalos 'Gürtel' y 'Bárcenas' y el descubrimiento de una trama de financiación ilegal en la formación.


La conclusión de los portavoces de PSOE, Podemos, IU y UPyD es que la comparecencia no fue más que el primer acto electoral para lanzar la precampaña del PP a las municipales y autonómicas.


El líder del PSOE exigió a Rajoy que no utilice "en vano" la palabra recuperación. Pedro Sánchez indicó que "la crisis no es historia" y que le parece "indecente e injusto" que se haga tal afirmación antes de que se recuperen al menos los niveles de empleo y de igualdad previos a la recesesión económica y se dé por terminada la etapa de recortes en las prestaciones públicas y los servicios sociales. Al líder socialista, como al resto de portavoces, le pareció "patético" que el Gobierno que pregona la recuperación limite la subida del salario mínimo a tres euros al mes.


Sánchez considera que lo cierto es que el PP solo está utilizando la crisis como coartada para introducir recortes en la inversión pública, en la educación y la sanidad universales y para tratar de privatizar el sistema de pensiones y precarizar el mercado laboral. Y que lo hace porque ese es su modelo ideológico y social y porque Rajoy solo legisla para una minoría privilegiada -"mientras castiga a las clases medias y los trabajadores"- y para "la derecha más extrema". Por ese motivo, insistió en que no habrá gran coalición con los populares y que solo el PSOE garantiza el cambio.


En la crítica ideológica coincidió con José Luis Centella, el portavoz de IU, que piensa que el aumento de la desigualdad no es un efecto indeseado de la crisis sino que Rajoy ha comenzado a lograr su objetivo, "instaurar el modelo de sociedad neoliberal sin servicios públicos y con la gente amordazada".


A Rosa Díez le pareció "bochornoso" que el jefe del Ejecutivo le diga que está todo resuelto "a quienes no pueden encender la calefacción, no llegan a final de mes o se han sacrificado para dar una educación a sus hijos y ven como tienen que irse fuera para poder sobrevivir"."Realidad paralela"


Para los portavoces de Podemos, Íñigo Errejón y Teresa Rodríguez, el presidente "vende una recuperación que no llega a la gente" porque "el Gobierno vive en una realidad paralela desde la que se ríe de nosotros". No obstante, añadieron que, "si trabajamos bien, en 2015 les veremos hacer las maletas".


Lo que unió a Podemos, IU y UPyD, además de la denuncia del triunfalismo, fue el convencimiento de que Rajoy ya ha puesto en marcha "la estrategia del miedo" para intentar evitar que 2015 suponga la sepultura del bipartidismo, el modelo político vigente desde el inicio de la transición, y que por lo hace sinónimo de estabilidad, progreso y bienestar.


Sin embargo, creen que ya es tarde porque los españoles quieren un "cambio" real y no ven a caer en la trampa del 'o yo o el caos'. Entienden que la "alternancia" PP-PSOE ha fracasado y que la gente va a apostar por la "alternativa".