Detenido un hombre en Galicia por violar a tres hijastras y a su hija menor durante ocho años

Las víctimas confesaron los abusos a su madre después de que esta finalizara la relación.

Una vecina de Negreira (Santiago de Compostela), decidió romper con su pareja tras sufrir maltratos por parte del hombre durante 13 años. Cuando pensaba que se había librado de él, se desató el verdadero infierno.


Sus cuatro hijas, tres de ellas fruto de un matrimonio anterior, confesaron a su madre haber sufrido abusos sexuales continuados por parte de su padrastro durante 8 años. Según recoge 'La Voz de Galicia', el hombre fue detenido por las autoridades tras la denuncia presentada y el juez ha decidido prorrogar su arresto antes de decidir si queda libre con cargos o si se decreta su ingreso en prisión.


Las agresiones finalizaron hace más de un mes, cuando la mujer decidió poner fin a tantos años de silencio rompiendo la relación y denunciando al hombre, que abandonó la casa familiar para irse a vivir con su hermano. Al comprobar las chicas que el hombre no iba a regresar al hogar, las cuatro le contaron a su madre lo sucedido.


La mayor, de poco más de veinte años, fue la primera víctima. Según sus declaraciones a la Guardia Civil, su padrastro comenzó a violarla cuando tenía 13 años. Con sus hermanas habría empezado antes según la denunciante. Con la mediana a los diez años, y con la más pequeña, aún hoy menor de edad, a los once.


Este jueves, viendo la reacción de sus hermanas, la única primogénita entre el hombre y la mujer, confesó haber pasado por lo mismo. Actualmente, la pequeña tiene la misma edad que tenían sus hermanas cuando aseguran que empezaron a sufrir las violaciones.


Las víctimas han declarado ante la Guardia Civil y ante el juez. También tendrá que hacerlo la madre, que estaba recibiendo tratamiento psicológico en el Centro de Información a la Mujer (CIM) por las secuelas que le han dejado los años de agresiones a manos, presuntamente, de su exmarido.Exploraciones forenses


La denuncia presentada por la madre obliga a los forenses a explorar a las víctimas para tratar de constatar y documentar las agresiones sexuales que las chicas aseguran haber sufrido por parte del hombre. En el caso de la más pequeña, todavía una niña, es que más valor probatorio puede tener. Según fuentes familiares, la pequeña ha relatado haber sufrido penetraciones vaginales, un hecho fácilmente constatable por un médico. Es posible que del resultado de esta prueba dependa si el juez decide o no enviar al presunto agresor sexual a prisión.