La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha manifestado este viernes durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que cada uno está "en derecho" de aceptar o rechazar los premios nacionales, en referencia a la renuncia de Colita del Premio Nacional de Fotografía, pero ha pedido que "se respete el reconocimiento que España puede hacer de sus valores artísticos o culturales, como cualquier otro estado".

En respuesta a la pregunta de un periodista, la vicepresidenta ha aclarado que "estos no son premios que otorga un partido, ni siquiera un gobierno", sino que "se adoptan cada uno en los tiempos de su convocatoria, por un jurado independiente, que reconoce a quien considera que tiene méritos suficientes para ser merecedor de un premio nacional que otorga estado español".

"Si no se quieren aceptar no se tienen por qué aceptar, pero este es un premio que trasciende a quien en un determinado momento ocupa determinadas instituciones, es un premio otorgado por un jurado independiente, y es un premio que representa el reconocimiento de España a su cultura o a sus distintos ámbitos", ha concluido Sáenz de Santamaría en su respuesta.

Isabel Steva Hernández, conocida artísticamente como Colita, ha comunicado este viernes a través de una carta dirigida al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, su decisión de renunciar a este galardón, que está dotado con 30.000 euros.

En esta misiva, la artista critica la situación de "pena, vergüenza y dolor de corazón" de la situación de la cultura y educación española: "No es posible que exista dicho ministerio.

Es una quimera; habrá que esperar con ilusión otros tiempos, otras gentes, otros gobiernos que nos devuelvan a nosotros el orgullo y a ellos el honor".

Este rechazo se une al del músico y violagambista catalán Jordi Savall, quien el pasado 30 de octubre renunció al Premio Nacional de Música 2014 en protesta por la política cultural del Gobierno.

También en una carta dirigida al ministro Wert, Savall agradeció el galardón y manifestó su "alegría", pero reconoció sentir una inmensa tristeza al no poder aceptar el premio sin traicionar sus principios y sus convicciones más íntimas, porque procede de la principal institución del Estado, responsable del "dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y la promoción del arte y de sus creadores".

Las renuncias de Colita y Savall se suman a anteriores rechazos. Por un lado, el de Javier Marías en 2012 al Premio Nacional de Narrativa por la novela 'Los enamoramientos', con el objetivo de "no ser vinculado a cualquier partido político o al poder", tal y como explicó el autor en su momento. Por otro, el del artista Santiago Sierra, quien rechazó en 2010 el Premio Nacional de Artes Plásticas, que a su juicio "instrumentaliza en beneficio del Estado el prestigio del premiado".